Los allegados del preso político vasco Bittor Tejedor han dado a conocer la situación que éste está viviendo en Canadá, a miles de kilómetros de su país y de sus seres queridos. Su compañera, Itziar, ha explicado a GARA que Bittor Tejedor no recibe prácticamente visitas -dos o tres a lo largo de ocho meses- y ha añadido, de manera coloquial, que el prisionero vasco «se siente tirado».

Han transcurrido casi once años desde que Bittor Tejedor llegara a Canadá. El 1 de junio de 2007 ingresó en una cárcel de Vancouver y en la actualidad se encuentra en espera de que se resuelva la petición de deportación en su contra solicitada por el Gobierno español.

El pasado sábado, día 9 de febrero, tal y como ha relatado su familia, tuvo lugar un motín en la cárcel, en la galería contigua a la que el ciudadano vasco se encuentra encerrado. Su compañera asegura que el preso le suele llamar a menudo, pero que ese día no recibió ninguna llamada.

«Arrasado»

El preso le telefoneó al día siguiente para relatarle lo que le había sucedido, ya que, con motivo del motín, los presos consiguieron entrar en la galería donde se encuentra el prisionero vasco, quien relató que el lugar «quedó arrasado. Los funcionarios tardaron aproximadamente cuatro horas en llegar -continúa Itziar con el relato de los hechos- y, cuando por fin lo hicieron, le echaron gases lacrimógenos en la celda. Luego, mientras intentaba mojar una toalla para ponérsela en la cara, le vaciaron un bote de gas pimienta, lo cual le ha mantenido hecho polvo y casi ciego durante dos días, que es cuando por fin le han dado suero para que se pueda limpiar los ojos».

Según ha denunciado su compañera, «Bittor no podía ni respirar, estaba en condiciones pésimas, fatal. No le pegaron, pero los funcionarios fueron directamente a su celda, que estaba destrozada, aunque en lugar de ir a protegerle, fueron a machacarle, sabiendo además que se encontraba solo. Estuvo tirado durante una hora».

Los familiares han informado de que Bittor Tejedor «está hecho polvo» y han añadido que si bien él no sabe concretamente cuáles fueron las causas del motín, «porque ni siquiera ocurrió en la galería donde se encuentra ingresado, considera que la brutalidad con la que fue agredido fue deliberada».