Sorpresa relativa en la última etapa del Tour del Mediterráneo. No en lo que respecta a la clasificación general, que Alexandre Botcharov tenía prácticamente adjudicada desde que se impuso en Mont Faron, pero sí en cuanto al propio desarrollo de la etapa. Por una vez la escapada cuajó, dejando sin opción a los sprinters.

Cuatro corredores -Sylvain Chavanel, Mikhail Ignatiev, Alianksandr Kuchynski y Mathieu Perget-, saltaron a las primeras de cambio y fueron aumentando distancias, mientras el pelotón esperaba que el Crédit Agricole de Botcharov y Hushovd se diera por enterado. Lo hizo demasiado tarde, cuando la ventaja de los fugados superaba los cuatro minutos y medio.

A once kilómetros de meta, Chavanel e Ignatiev aprovecharon la tachuela de La Clape para abadonar a sus compañeros y jugarse mano a mano la victoria, que correspondió al francés. El pelotón llegaba a más de medio minuto, encabezado por Hushovd y con su compañero Botcharov celebrando lo que supone, junto a la etapa del viernes, la primera victoria de su carrera profesional, pese a que cuenta ya con 33 años. Triunfo que le llena de ánimo porque ya ha marcado su próximo objetivo, repetir en la París-Niza.