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«No me interesa la frontera que divide a los géneros, prefiero reventarla»

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Nicolas Philibert

Director de cine

Koldo LANDALUZE | IRUÑEA

El diverso abanico de posibilidades que aporta el festival Punto de Vista que se desarrolla estos días en Iruñea abre un hueco para la mirada pausada de Nicolas Philibert, el autor de «Ser y tener» (2002); aquella experiencia vital y emocional en la cual el profesor Georges López impartía sus clases en una humilde escuela enclavada en el corazón de la Landa.

La gran respuesta que cosechó «Ser y tener» provocó que Nicolas Philibert se decantara por un nuevo proyecto mucho más personal e intimista. El resultado es «Regreso a Normandía»; una experiencia relacionada con las sensaciones que provocó la película de René Allio -«Yo, Pierre Rivière...»- entre la comunidad de campesinos normandos que ejercieron como actores. Amable y pausado, Philibert nos aporta su visión particular del género documental.

Llamó mucho la atención la polémica provocada por las denuncias en su contra del profesor Georges López tras el éxito de «Ser y tener».

No es algo muy agradable de recordar. Tampoco me quiero extender mucho en este tema. López perdió todos los juicios. Todas las alegaciones y justificaciones presentadas por la Justicia han asentado los cimientos para proteger el futuro del cine documental porque la sentencia dictó en contra de un hombre que pretendió cobrar derechos de autor y falsificó su rol de co-autor y actor de una obra.

¿Fue el primer sorprendido del éxito de «Ser y tener»?

Lo cierto es que traté a esta película igual que al resto de mi filmografía. Yo hago películas para dar respuestas a mis deseos y conciencia. Sin cálculos, sin estrategias para vender y sin saber la respuesta que obtendrá. La sorpresa fue mayúscula porque pertenezco a una industria muy frágil que se mueve dentro de unos parámetros económicos relativamente modestos. El futuro del documental está cambiando gracias al papel decisivo de las televisiones, que ponen en marcha grandes superproducciones, casi siempre relacionadas con la Naturaleza.

Películas como «Bowling for Columbine», «Capturing the Friedmans» o «La pesadilla de Darwin» provocaron que la industria se interesara por el documental. ¿Por qué estado atraviesa actualmente este género?

Hoy el territorio está muy diversificado. En Francia decimos que estas grandes producciones documentales que tú has citado son los árboles que impiden ver el bosque. La televisión está jugando un papel fundamental en este sentido. Pero a la televisión le gusta saber muy bien cuál es la perspectiva del director, no quiere correr riesgos y no admite el rol de autor que debería asumir un creador.

Incluso el cine de ficción se nutre de la llamada «técnica semi-documental». ¿Ficción y documental están condenados a entenderse?

¡La pregunta es divertida y me has dejado totalmente desarmado! Personalmente, no me interesa la frontera que divide los géneros, prefiero reventar las paredes que los separan. Pero no hay que olvidar que el documental siempre tiene un poso inevitable de ficción. Un documental no es una fotocopia de la realidad y Godard decía que las película de ficción son documentales sobre los actores.

El concepto que maneja en «Retorno a Normandía» es muy similar al que utilizó José Luis Guerín en «Innisfree»...

¡Desgraciadamente, no he tenido la suerte de ver la película de Guerín! En mí película quería atrapar aquellas sensaciones legadas por aquel instante: la irrupción de un equipo de rodaje en sus vidas.

Aquellos actores ocasionales todavía recuerdan esa experiencia vivamente.

Quería demostrar que una película, o cualquier actividad artística, es capaz de enriquecer a las personas. En el caso de la película que rodó René Allio, creo que su gran virtud consistió en que nunca fue condescendiente con aquellos campesinos que fueron actores, los trató con mucho respeto y muy exigente con ellos. Allio estaba convencido de que cualquiera de ellos podía encontrar en su interior los sentimientos y sensibilidad que requerían sus papeles. Fue una experiencia inolvidable, tensa y muy satisfactoria para todo el mundo.

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