El pasado día 13 de febrero se cumplieron 27 años desde la muerte del zizurkildarra Joxe Arregi en dependencias policiales en Madrid. Sus allegados y vecinos depositaron flores en el lugar en el que reposan sus restos, en el cementerio del municipio. Ayer tuvo lugar un acto en su recuerdo que se inició con una marcha montañera por las inmediaciones de Zizurkil. A las 13.00 dieron paso a un sencillo acto en la plaza del pueblo, que lleva su nombre.

Con sonidos de la txalaparta y unos bertsos en memoria del vecino de Zizurkil que falleció como consecuencia de las torturas sufridas durante su arresto, tuvo lugar una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a Joxe Arregi en la localidad.

Posteriormente, un representante del movimiento pro-amnistía recordó que «a Joxe Arregi le torturaron hasta la muerte hace ahora 27 años, pero en la actualidad la tortura perdura». Durante el acto se leyó un fragmento de la declaración realizada por el durangarra Gorka Lupiañez, en la que el preso vasco relata los tormentos a los que fue sometido mientras estuvo incomunicado en dependencias de la Guardia Civil; asimismo se hizo mención a las torturas denunciadas recientemente por Mattin Sarasola e Igor Portu.

A su vez, el movimiento pro-amnistía denunció «la incomunicación» de las personas detenidas como medida política y policial que propicia la impunidad en las comisarías. Además, denunció que el mantenimiento de la práctica de la tortura en la actualidad se debe, a su entender, a la actitud que muestran «los responsables políticos, así como la mayoría de los medios de comunicación».