La consejera Miren Azkarate comparecerá el miércoles ante la Comisión de Cultura del Parlamento de Gasteiz para informar sobre la actuación del Gobierno de Lakua en torno a la cueva de Praileaitz I, el santuario paleolítico de Deba enclavado en un monte en el que una empresa del grupo Amenabar explota una cantera.

La comparecencia tendrá lugar a petición de la propia Comisión, que ha dado cauce a una solicitud del grupo parlamentario del PP. En dicha solicitud, Carmelo Barrio recuerda que el Pleno del Parlamento, «después de un interesante y fructífero debate», aprobó el pasado 14 de diciembre una Proposición no de Ley que instaba a las administraciones públicas a realizar «todos los esfuerzos necesarios» para preservar de manera efectiva no sólo la cueva sino también su entorno natural. Lo que Barrio pide es que Azkarate informe de las iniciativas que ha adoptado el Gobierno tras la aprobación de la Proposición no de Ley, que supuso una censura explícita de la actuación de la consejera en este asunto y, particularmente, del decreto de protección de Praileaitz, que, en opinión de sus detractores, es insuficiente.

La del miércoles no será la primera vez que Miren Azkarate comparece ante la Comisión de Cultura para hablar sobre el santuario paleolítico de Deba. Ya lo hizo el 21 de noviembre pasado, a petición entonces del grupo Ezker Abertzalea, y, tras aquella comparecencia, y las de la sociedad Aranzadi y Praileaitzen Lagunak, que tuvieron lugar el mismo día, PSE, EHAK y Aralar suscribieron un texto que dio origen a la Proposición no de Ley aprobada por el Parlamento el 14 de diciembre, en un pleno en el que pesó también mucho un manifiesto a favor de preservar no sólo la cueva sino también lo que queda de su entorno natural suscrito por 361 expertos de todo el mundo.

Por otra parte, el Ararteko ha notificado esta misma semana que admite a trámite una queja presentada por Praileaitzen Lagunak, asociación que cuenta con el respaldo de varios cientos de profesionales de la cultura.

El Ararteko admite una queja

La queja que Praileaitzen Lagunak ha presentado está basada, principalmente, en su desacuerdo con el decreto de protección del santuario paleolítico que aprobó el Gobierno de Lakua en julio pasado. El decreto califica como Bien Cultural, con la categoría de Monumento, la cueva de Praileaitz I, pero sólo la parte de ésta hasta el momento conocida, cuando la asociación estima que debería afectar también a las galerías cuyo desarrollo aún se desconoce. Por ello, Praileaitzen Lagunak cree que el decreto debería llevar aparejado «un plan de actuación que permitiera analizar las características reales de la cueva y la ubicación de todas sus galerías y que impidiera cualquier posible impacto procedente del exterior derivado, por ejemplo, de las vibraciones provocadas por los usos extractivos en la cantera».

El otro gran punto de discrepancia con el decreto tiene que ver con la preservación del entorno de la cueva. El decreto pone límites a las actividades de la cantera que puedan resultar más directamente agresivas con la cueva, pero permite que la extracción de piedra continúe en la práctica totalidad de la ladera en la que ésta se abre. En opinión de Praileaitzen Lagunak, así como de entidades como Aranzadi, eso supondría la práctica desaparición del entorno natural y visual de la cueva. Consideran que la preservación de ese entorno es fundamental no sólo para garantizar una adecuada conservación de la cueva, sino para explicar el significado del santuario prehistórico que alberga, que, de otro modo, quedaría descontextualizado.

La asoaciación Praileaitzen Lagunak ha presentado también un recurso de reposición contra el decreto que, por ahora, no ha tenido respuesta.