«El consumo moderado de cerveza aporta cantidades significativas de vitamina B, fibra, minerales y antioxidante naturales, lo que favorecería la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el alzehimer y, al mismo, tiempo ayudaría a reducir el colesterol».

Eso es al menos lo que ha constatado un estudio sobre esta bebida que ayer presentaron en rueda de prensa las doctoras María José González e Isabel Meseguer, del Departamento de Nutrición de la Universidad de Alcalá de Henares, y la investigadora del Centro de Investigación Comunitaria de la Universidad de Barcelona Mercé Vidal.

Así, Meseguer explicó que «uno de los factores de riesgo de la enfermedad del alzehimer es la presencia de aluminio, un metal que posee efectos oxidativos sobre el cerebro», y en ese sentido señaló que según los últimos estudios elaborados en esta materia «el silicio contenido en la cerveza parece que podría desempeñar un efecto protector frente a este tipo de enfermedades».

Por otro lado, la investigadora catalana Mercé Vidal explicó que según los mismo estudios el consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza, «se asocia a una disminución del riesgo de infarto de miocardio y otras patologías cardiovasculares».

Adultos sanos

De todos modos, la profesora de la Universidad de Barcelona quiso dejar claro que estos efectos beneficiosos de la cerveza con poca graduación de alcohol únicamente se darían «con un consumo moderado y en adultos sanos que no padezcan ningún tipo de patología», matizando que «tampoco es algo seguro al 100%, sino lo que sugieren los estudios que hemos llevado a cabo».