RULMENTUL BRASOV 39

AKABA BERA BERA 30

Akaba Bera Bera no pudo hacer historia al caer ante el Rulmentul Brasov por un contundente 39-30, un resultado que dejó sin valor el gol de renta que se llevaron las donostiarras a Rumanía con el objetivo de meterse en la final de la Recopa. El resultado final fue un tanto engañoso, puesto que las jugadoras dirigidas por Reyes Carrere no se mostraron tan inferiores como acabó reflejando el luminoso. Eso ya es algo, teniendo en cuenta el nivel del rival, cuya única derrota de la temporada se produjo precisamente la pasada semana en Bidebieta.

Y es que las guipuzcoanas, pese a su eliminación, han dado un paso al frente en la presente Recopa y han demostrado que pueden ganar a cualquiera, si es que ya no lo habían dejado claro después de protagonizar proezas como la de la Copa 2007.

Por ello, se puede decir que el sueño de disputar una final europea no se acabó ayer en Transilvania, simplemente quedó aplazado para futuras ocasiones. La próxima temporada puede volver a presentarse una nueva oportunidad, ya que las vascas tienen asegurada plaza en la Recopa gracias al subcampeonato copero logrado este mismo mes en Lizarra.

En cuanto al partido frente al Rulmentul, al final del choque quedó la sensación de que eliminar a las rumanas, pese a su potencial, no era misión imposible. Faltó continuidad defensiva para poder haber optado a la gesta, ya que Akaba sólo defendió con su habitual eficacia y dureza en contadas ocasiones. Al margen de dejar desguarnecida la portería, esa circunstancia limitó mucho el juego de contraataque, principal arma de las de Bidebieta. Eso sí, en los pocos minutos en los que ajustaron la retaguardia, las guipuzcoanas tuvieron opciones de meterse en la eliminatoria. Eso ocurrió, por ejemplo, mediada la primera parte, cuando se recuperaron de un nefasto inicio de encuentro (9-3) y se colocaron a dos goles de su adversario (11-9).

Festín local

En la segunda mitad, después de una salida de vestuarios bastante fría (24-17), se repitió la historia. Recuperaron terreno, pero malgastaron hasta tres ataques consecutivos cuando perdían por cinco goles a falta de quince minutos para la conclusión del choque (25-20).

La recuperación defensiva, amparada en una doble mixta bien ejecutada y en la irrupción en pista de la cancerbera Aisa, era un hecho. Sin embargo, las dificultades para perforar la defensa local acabaron por desesperar a un Akaba que terminó entregado, al ver cómo pasaba el último tren para engancharse a la eliminatoria. Ya sin opciones, las de Reyes Carrere encajaron 14 goles en el último cuarto de hora en pleno festín local.