El Banco Central Europeo (BCE) cree que que la inflación en la Eurozona se mantendrá «muy por encima» de los niveles compatibles con la estabilidad de precios «durante un período más prolongado de lo previsto».

Según el informe publicado ayer por la institución monetaria, es muy probable que la tasa de inflación interanual se mantenga «muy por encima del 2%». Pese a ello, advirtió que, previsiblemente, esta tasa se irá moderando de manera gradual en 2009.

Con estos argumentos, el BCE volvía a justificar la subida de tipos de interés acordada la semana pasada, elevando el precio del dinero un 0,25% en la zona euro, hasta situarlo en el 4,25%.

Respecto a las previsiones de crecimiento económico, el banco emisor europeo sostiene que la demanda interna y externa seguirán sustentando el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de la Eurozona en 2008, aunque en menor medida que en 2007.

En lo que respecta al crecimiento económico mundial, el BCE anunció que, aunque moderándose, seguirá siendo sostenido, debido al vigoroso crecimiento que registran las economías emergentes, lo que, a su vez, debería favorecer la demanda externa de la zona del euro. En el informe se subrayaba el «efecto positivo» que han tenido el aumento del empleo y de la tasa de actividad registrada durante los últimos años, que han llevado a que las tasas de desempleo hayan descendido hasta niveles no registrados desde hace 25 años.

Aun así, el BCE no cree que estos factores sean lo suficientemente fuertes como para compensar la pérdida de poder adquisitivo producida por la subida del precio de la energía y los alimentos. La institución monetaria puntualizó que la desaceleración económica afecta, mayormente, al crecimiento de las economías industrializadas, porque en las emergentes sigue siendo sólido.

El informe concluía diciendo que «en conjunto, los riesgos para las perspectivas de crecimiento a escala mundial siguen situándose a la baja».

Eurocámara

Por otro lado, la Eurocámara pidió ayer que se analice si el BCE dispone de suficientes instrumentos para encarar una crisis europea y alabó su «excelente trabajo» en la crisis de las hipotecas «basura».

El vicepresidente segundo del Gobierno español, Pedro Solbes, afirmó, por su parte, que no prevé que la economía española tenga en los próximos trimestres un crecimiento cero o por debajo del cero, como vaticina el BBVA, sino que lo que habrá será «un crecimiento bajo».