En varios noticiarios televisivos se han puesto a contar estrellas de una marca de neumáticos que da rango a los restaurantes y les han salido rosarios. Miran, cuentan, y señalan con estupefacción que hay más restaurantes de tres estrellas en Tokio que en todo el Estado español. Resulta además que se reparten por Hego Euskal Herria y Catalunya, con lo que en las generalistas españolas el cabreo se disimula de muy malas maneras y lo que han hecho es emprender una suerte de campaña de desprestigio sobre los métodos de concesión de estas certificaciones que siempre han sonado a un asunto que tiene bastante que ver con las relaciones comerciales, pero que sin lugar a dudas responden a una muy bien trabada mutualidad de intereses, gustos y precios. Los mismos medios que han ido encumbrando la marca, las estrellas y su repercusión se despiertan ahora insatisfechos, y muestran un recelo que casi resulta un ataque de celos.

Así que seguiremos escuchando responsos, opiniones, descalificaciones y exaltaciones casi sobrenaturales, al igual que nos mantenemos absortos en las circunstancias en las que se producen ciertos remolinos informativos que se anuncian como tormentas y no son nada más que vaivenes en una cucharilla de moka. Me refiero al asunto de una discoteca valenciana que hizo una promoción en la que iba a sortear una operación de pecho. El cartel anunciador lo hemos visto hasta en la sopa, y el nombre de la discoteca ha adquirido más fama de la que ya traía adherida tras muchos años de ser una franquicia europea, pero de repente salen todos los puritanos, se resucitan todas las intransigencias y se llama a la intervención de autoridades de toda condición para prohibirlo.

Nos han dicho muy claro que sin tetas no hay paraíso, y si ese sorteo se hace en una discoteca privada, para personas mayores de edad, ¿quién puede prohibirlo y con qué razones? Los mismos que ahora ponen el grito en el cielo aceptan sin reparos que una famosa corporación médica anuncie constantemente en todos los medios esas operaciones y otras muchas presentadas como el paso a la felicidad y a los paraísos de todo tipo. Con o sin estrellas.