Osasuna dio en El Sardinero continuidad a sus rachas. Sumó su sexto partido sin perder y el decimosexto sin ganar fuera de casa. Fue un punto que los rojillos dieron por bueno a pesar de que vuelven a la zona de descenso por la victoria del Mallorca y que sabrá mejor si el próximo fin de semana se gana al Sporting en Iruñea. Además el punto permite distanciar un poco más a los dos últimos, Espanyol y Numancia, y acercar a equipos que hace unas semanas pare- cían de otra Liga.

Por ello Osasuna se conformó con el empate a pesar de que la visita a El Sardinero podía resultar propicia porque el Racing tenía las bajas de cinco de sus mejores jugadores como César Navas, Garay, Munitis, Tchité y Zigic y además se encuentra en su peor momento de la temporada con dos puntos sumados de los últimos quince. Además es un equipo al que le cuesta mucho ganar en casa porque tiene jugadores poco adecuados para llevar la iniciativa en los partidos. Por eso, aunque la experimental zaga local animaba a buscar sus debilidades, Osasuna no quiso exponer demasiado para impedir que el Racing demostrara su peligro a la contra con la velocidad de sus puntas.

Como los rojillos no buscaban la victoria y los racinguistas no encontraban el camino que les condujera a ella, el partido resultó pobre en lo futbolístico, especialmente en el segundo tiempo, sin apenas ocasiones de gol y el empate refleja la igualdad que caracterizó el partido.

Mal comienzo osasunista

Aunque tuvo la primera ocasión en un remate difícil de Plasil a las manos de Toño, Osasuna no comenzó bien el encuentro. Parecía que lo controlaba bien cuando Puñal se equivocó en una cesión a Roberto que acabó en un corner rematado por Marcano que obligó al meta osasunista a realizar una gran parada.

No estuvo tan acertado el portero gallego en la siguiente acción, en la que Óscar Serrano envió sin ángulo el balón a la red con un potente disparo que le sorprendió. La jugada pudo ser anulada por fuera de juego y puso fin a los 434 minutos que Roberto ha estado sin recibir un gol y permite a otro Roberto, Santamaría, seguir con su récord de imbatibilidad en el club.

A partir de ahí, el Racing tuvo un cuarto de hora de dominio claro por los problemas que delanteros con tanta movilidad como Jonathan Pereira y Toni Moral provocaban a dos centrales como Miguel Flaño y Cruchaga que prefieren a atacantes que fijen más su posición. Sobre todo el gallego cedido por el Villarreal puso en aprietos a la zaga rojilla con dos disparos, especialmente peligroso el segundo a la media vuelta tras un centro del ex alavesista.

A partir de esa jugada Osasuna se quitó el dominio local, pero sin crear peligro hasta que pasados veinte segundos del tiempo reglamentario llegó un centro de Juanfran que Pandiani cabeceó a la red libre de marca ante el fallo de Oriol.

El gol hizo daño al Racing y llevó a Osasuna a jugar el segundo tiempo con tranquilidad hasta el punto de que en esos 45 minutos sólo se pudieron contabilizar dos opciones del Racing en un disparo de Lacen que se fue fuera poco y en un balón que Jonathan Pereira metió en profundidad a Toni Moral -siempre ellos dos- y que encontró una buena respuesta de Roberto, que cubrió bien su portería y desvió el remate.

Segundo tiempo sin peligro

Al margen de esas dos opciones sólo se pudieron contabilizar disparos a ras de suelo y a cámara lenta de Colsa, Portillo y Pandiani. Osasuna sólo inquietaba cuando buscaba a Juanfran por la banda derecha, que aprovechó la pobre respuesta de Sepsi ante la oportunidad que se le presentaba ayer y que además hizo sufrir a Pinillos cuando se cambió de banda para controlar el mayor peligro que representaba el escaso juego de ataque de Osasuna.

El Racing, por su parte, sólo inquietaba cuando el balón llegaba a los pies de Jonathan Pereira, pero casi siempre lo recibía en posiciones lejanas al área. Cuando el Racing no encontraba caminos ante los pocos espacios que ofrecía Osasuna y se olvidaba de la ausencia de Zigic y lanzaba balones largos, Miguel Flaño y Cruchaga los despejaban sin mayores problemas.

Así transcurrió la segunda mitad sin nada reseñable. De haberse disputado en la última jornada habría dado pie a pensar en un tongo ante la actitud de los dos equipos y los dos entrenadores, que parecían dar por bueno el punto. Porque Osasuna perdía el tiempo cuando podía y Camacho hizo dos cambios en los últimos cinco minutos para arañarle segundos al reloj. Pero Muñiz también retiró a su mejor jugador en el tiempo añadido para dar entrada a un chaval del filial en un gesto que fue muy censurado por la afición local. Ante eso Iturralde, que tenía que haber añadido medio minuto por ese cambio a los tres que había determinado con anterioridad para la prolongación, dio por acabado el partido cuando ni tan siquiera se había llegado a esos tres minutos.

Una renuncia a buscar la victoria de Osasuna que deberá hacer buena ante el Sporting. Será un triunfo que mejorará el empate y el partido de ayer, porque los rojillos tienen que aprovechar esta racha positiva y pocos partidos tendrá más favorables como el de El Sardinero para romper su racha visitante.