Benedicto XVI regala los oídos de Israel y provoca el enfado palestino
El papa Benedicto XVI optó por no molestar a Israel a su llegada ayer a Tel Aviv y Jerusalén. Se limitó a condenar el antisemitismo y a hacer una vaga referencia a la «solución de las dos patrias», además de visitar el Monumento al Holocausto. Mientras, Israel clausuró la oficina de prensa de la OLP en Jerusalén para tratar de evitar que la denuncia de la ocupación de Palestina llegue a los medios internacionales.
GARA |
El papa católico Benedicto XVI condenó firmemente «el antisemitismo repugnante» y abogó por «una paz entre israelíes y palestinos» nada más aterrizar en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el presidente, Shimon Peres, recibieron a Joseph Ratzinger a pie de la escalerilla del avión. El Papa ha rebajado conscientemente el contenido político de sus discursos durante esta visita, lo que ha sido del agrado de los mandatarios sionistas.
Mientras, Israel intenta evitar que la cobertura mediática del viaje papal refleje la realidad de la ocupación sionista de Palestina. Así, la Policía israelí cerró ayer el centro de prensa instalado por la OLP en Jerusalén.
«El centro de prensa sólo ha logrado permanecer abierto un día», dijo a Efe un portavoz de la OLP, que explicó que «a primera hora de la mañana policías armados entraron en el hotel Ambassador (en el barrio de Sheij Jarrah), donde se había instalado la oficina, y se llevaron documentos y material, ordenando su cierre».
El portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld, se limitó a señalar que «el Ministerio de Seguridad Interna de Israel tiene autoridad para clausurar cualquier evento organizado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Jerusalén».
Pese a que la oficina pertenecía a la OLP y no a la ANP, Miki Rosenfeld destacó que «los documentos y materiales encontrados demuestran una conexión con la ANP», lo que, a juicio del Gobierno israelí, sería «una clara violación de los Acuerdos de Oslo».
El portavoz de la OLP citado por Efe sugirió que uno de los motivos para el cierre de la oficina sería impedir la conferencia de prensa en la que iban a participar el ex patriarca latino (católico) Michel Sabah y el Gran Mufti de Jerusalén, Ikrama Sabri, que estaba prevista para ayer.
De este modo, Israel habría evitado que los máximos líderes religiosos cristiano y musulmán de Palestina se manifestaran en contra de la ocupación sionista en unos momentos en los que el foco mediático internacional está centrado en la zona debido a la visita del papa Benedicto XVI.
La Yihad Islámica, por su parte, manifestó que la visita de Benedicto XVI supone «un regalo a la ocupación y un desprecio al sufrimiento del pueblo palestino».
La formación islamista denunció que el Papa «refleja su cortesía con la ocupación, muestra desdén ante las heridas abiertas en Jerusalén y elude el holocausto que el Ejército israelí llevó a cabo en Gaza a principios de año».
Junto a ello, la Yihad Islámica recordó que Benedicto XVI «provocó encendidos sentimientos entre los árabes y los musulmanes» con las declaraciones que hizo en 2006 sobre el profeta Mahoma.
Yunis al-Astal, diputado de Hamas, dijo que los gobiernos que dan la bienvenida a Benedicto XVI «dañan más al profeta Mahoma que las propias declaraciones del Papa».
«Es el Papa más prosionista de la historia de la Iglesia Católica», añadió Al-Astal.
Ya en Jerusalén, Benedicto XVI acudió al Monumento al Holocausto, Yed Vashem, donde encendió la llama del recuerdo y dedicó unos segundos a la oración. El Papa fue recibido por el presidente del Yad Vashem, Avner Shalem.
Asimismo, Benedicto XVI saludó a seis supervivientes del Holocausto, mientras un portavoz contaba la historia de cada uno de ellos.
Mahmud Abbas anunció que en las próximas 24 horas presentará un nuevo Gobierno que seguirá presidido por el dimitido Salam Fayyad. Hamas consideró el anuncio «una bofetada al diálogo para el Gobierno nacional».
El grupo ultraderechista israelí Unión Nacional presentó una denuncia contra la Iglesia Católica y Benedicto XVI por «receptación de bienes robados» que se encuentran en la Biblioteca Vaticana. Un juez de Jerusalén rechazó la demanda.
El Consejo de Seguridad de la ONU afirmó ayer por unanimidad que es urgente «lograr una paz global en Oriente Próximo, en base a la solución de los dos estados», para lo que considera necesaria «una acción diplomática vigorosa con este objetivo», según la declaración que leyó el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov.
El Consejo reclama «nuevos y urgentes esfuerzos a las partes y a la comunidad internacional para lograr una paz global, justa y duradera en Oriente Próximo, basada en la visión de una región con dos estados democráticos, Israel y Palestina, que vivan uno junto al otro en paz y en el interior de fronteras seguras y reconocidas».
Ni Israel ni la Autoridad Palestina participaron en el debate del Consejo de Seguridad. El Estado sionista se apresuró a señalar que «la implicación del Consejo de Seguridad no contribuye a un proceso político en Oriente Próximo». Netanyahu eludió esta cuestión durante su visita de ayer Sharm el-Sheij (Egipto).
La solución de los dos estados es inviable puesto que ni Gaza ni los bantustanes de Cisjordania pueden ser autosuficientes debido a la ocupación.
