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Crónica | «Itsasoaren alaba»

Un viaje al pasado tras el recuerdo de Mikel Goikoetxea

No era un estreno, pero podría parecerlo. La primera proyección en el ciclo Zinemira de «Itsasoaren alaba», el documental de Josu Martínez, congregó a parte de sus protagonistas y a otros que quizás pudieron serlo.

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Amaia EREÑAGA

Domingo, sobre las 20.15 de la tarde. Una escena de lo más cinematográfica: en el Paseo Nuevo, los paseantes -muchos- peleaban con el tiempo desapacible; ante los cines Príncipe, una cola de esas que sólo se ven en Zinemaldia, sobre todo en estos tiempos de bajonazo vertiginoso de espectadores. Entre los que esperaban, rostros conocidos de la cultura -algún editor, el presidente de Euskal Idazleen elkartea, Fito Rodríguez, gentes del teatro, como Eneko Olasagasti-, pero, sobre todo, personas a las que por muy diferentes motivos -la militancia, lazos familiares...- les tocaron vivir aquellos y estos tiempos revueltos. La cola se dispersó entre las distintas salas, donde se proyectan simultáneamente varios ciclos, pero en la 9, donde estaba prevista «Itsasoaren alaba», había muy pocos asientos libres.

Estrenado hace algunos meses, este título es el primer documental de Josu Martínez y ha sido rodado gracias a la beca Julio Araluze de Ipes. La cámara acompaña a Haize Goikoetxea en la búsqueda de quienes conocieron a su padre, el refugiado Mikel Goikoetxea Elorriaga Txapela, muerto por un tirador de los GAL en Donibane Lohizune, en 1984, en presencia de su compañera, Izaskun Ugarte, y sus dos hijas de corta edad, Haize y Hodei. Un atentado que, 25 años más tarde, continúa sin aclarar, y una ausencia que cada una de ellas -las tres acudieron a la proyección- ha intentado sobrellevar a su manera. Haize, delgada, con un físico que recuerda al de su padre y la que parece tener una facilidad natural para narrar -sorprendía su dicción en el documental- explicó que, al cumplir 25 años, decidió que había llegado el momento de cerrar un ciclo, de curar heridas. Pidió ayuda a Josu Martínez, quien también es periodista, e inició un viaje personal a la búsqueda de información con la que crear sus propios recuerdos y reencontrarse con el padre del que tan poco sabía.

Rodada cámara en mano, «Itsasoaren alaba» intercala entrevistas con personas que conocieron de cerca al refugiado desaparecido, como el ex preso Mitxel Sarasketa; Maribe, la viuda de Xabier Galdeano, impulsor del diario «Egin» muerto también por los GAL o la propia Izaskun Ugarte. Testimonios como los de Argiñe Goikoetxea, quien recuerda a sus dos hermanos muertos -el mayor, Jon Ugutz Goikoetxea, murió en el 72 a manos de la Guardia Civil- nos conducen por este viaje por nuestro pasado reciente en el que deliberadamente prima el sentimiento, en detrimento de una narración más exhaustiva. «Tierno, íntimo, curativo». Así definía la protagonista este meritorio trabajo, que hoy se proyecta por última vez en Zinemaldia, aunque tiene su propio circuito fuera del festival. Más información en www.itsasoarenalaba.org.

 

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