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Crónica | Elecciones en Alemania

Votar verde es chic... pero solamente en casa

Un municipio alemán plagado de millonarios acaba de elegir al primer alcalde verde de su historia, una nueva muestra del aburguesamiento de un partido que nació revolucionario.

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Etienne BALMER

«Perfume de champán y tradición» es el eslogan de la villa termal de Bad Homburg, cerca de Frankfurt. Un anuncio que no parecería casar con el mensaje de los Verdes. No en vano los cristiano-demócratas de la CDU controlaban la alcaldía desde hace 61 años.

«Es difícilmente concebible imaginar que un día iba a llegar a ser alcalde», confiesa Michael Korwisi, quien asumió sus funciones ayer mismo. El nuevo primer edil reconoce que en Bad Homburg, antigua residencia de verano del emperador Guillermo y localidad de origen de la saga Quandt, grandes accionistas de BMW, domina «una estructura de fondo conservadora».

Esta tendencia debería verificarse mañana, anticipa Korwisi. «Será como siempre: la CDU obtendrá el 50% de los votos, el FDP (liberales) el 15% y los otros partidos nos repartiremos el resto».

Bad Homburg no es sino el último ejemplo de la historia de amor entre los verdes alemanes y las localidades ricas. Los otrora ecologistas y pacifistas tienen como plazas fuertes Baviera, Bad Wurtemberg y Hesse, es decir, los länder más ricos y feudos conservadores en las elecciones federales.

«A no ser que lo hagas rematadamente mal o airees el fantasma de los impuestos al patrimonio, las categorías altas votan verde, probablemente para probarse a ellas mismas hasta qué punto son abiertas y tolerantes», ironiza la revista «Die Zeit». «Un alcalde verde viste tanto como un Toyota híbrido como tercer vehículo de la familia», ilustra esta publicación.

«Alguien con un nivel de vida alto puede permitirse una mayor sensibilidad hacia temas socioculturales o medioambientales, mientras que una situación económica precaria incita a concentrarse en la supervivencia cotidiana», reconoce Korwisi. Así las cosas, a nivel federal, los Verdes llevan tiempo moderando sus ataques contra los conservadores de la CDU.

Más aún, desde hace diez años, los «ecologistas» han multiplicado sus coaliciones a nivel local o de land con la CDU. Es el caso de Hamburgo, Frankfurt o el consejo municipal de Stuttgart.

Los Verdes «han envejecido y ya no dan miedo», señala Dieter Oberndörfer, profesor de Políticas en Friburgo.

 

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