No esperaba gran cosa de la respuesta de Nafarroa Bai a la decisión del PSOE de romper los acuerdos municipales con esa coalición. Tras dos años instalados en el shock, incapaces de digerir lo que ocurrió en el verano de 2007, no era muy realista suponer que el nuevo montaje de los nacionalistas españoles provocara algún tipo de reflexión no autocomplaciente en NaBai. Por otra parte, esto ha servido para encubrir que en NaBai andan a leches.

Recientemente saltaba la noticia de que Aralar estaba cuestionando el futuro de NaBai, aunque después ese partido quiso convencernos de que no era eso lo que pretendían decir. Hay quien apuntaba a la frustración de los dirigentes del partido de Zabaleta por la dinámica parlamentaria de NaBai, aunque otros prestaban más atención a la creencia de que podrían obtener unos resultados muy interesantes si acudieran a las elecciones en solitario.

Pese a que los acuerdos internos de NaBai estipulan que corresponde a Aralar decidir el nombre de la cabeza de lista al Parlamento Foral, Maiorga Ramírez defendía en un acto de EA ese puesto para Uxue Barkos. Barkos, que -¡casualmente!- estaba presente en el acto, agradecía el gesto, para mosqueo de los de Aralar. Claro que para mosqueo, el que algunos agarraron cuando cierto líder de Aralar se arrogó determinada responsabilidad en la coalición y ante las peticiones de otros socios de enmendar el error, les hicieron saber que no se trataba de un fallo.

En este clima, una cabeza pensante no muy lejana a Batzarre aclaraba públicamente a los de Aralar que vivimos en un estado de derecho y que por tanto no tiene sentido negar apoyo a las fuerzas de seguridad. No sabemos si Rubalcaba les trasmitió ese mismo malestar, pero no deja de ser llamativo que les pidiera que fueran cautos ante cualquier eventual movimiento por parte de la izquierda abertzale.

Poco después, Jiménez, el celador de la sucursal navarra del PSOE, llamaba nazi al alcalde de Nabai de Atarrabia y se rompían los acuerdos municipales. Inmediatamente, «Diario de Noticias» editorializaba sobre la perversa pinza conformada por UPN-PSOE y la «izquierda abertzale oficial». Barkos no tardaba en hacer suyo ese discurso y hablaba de la «tutela» de ETA, amenazando a los votantes de la izquierda abertzale con dejar de defenderlos.

¡Caramba! Uxue Barkos nos defiende. ¡Y yo sin enterarme! En la lista de abogados personados en los sumarios de la Audiencia Nacional creo que no está. Tampoco me ha parecido verla en las movilizaciones contra la Ley de Partidos... Por lo visto mientras negociaban el pacto con el PSOE defendieron con uñas y dientes mi derecho a concurrir libremente a las elecciones y no acabar en la cárcel por mis ideas, pero tampoco entonces me enteré. Jamás he visto nada parecido a una defensa de mis derechos más elementales por parte de Uxue Barkos. Salvo que pedir el voto para su coalición cuando ni puedo ser candidato ni puedo elegir a quién votar sea una «defensa». Será eso, sólo querían mi voto para defenderme. Pues no, Uxue. Mejor me defiendo solo. Así nadie traficará con mis derechos.