A pesar del «tortuoso y largo proceso» que ha tenido la vía penal que el artista Andrés Nagel abrió en el año 2005 contra dos directivos de Porcelanas Bidasoa, el donostiarra se mostró ayer «satisfecho». La razón es que, después de cuatro años de espera, se va a celebrar el juicio oral contra el ex director general y dueño de la empresa, José Ignacio Fernández Somalo, y su director comercial, Juan Carlos Cullá.

Nagel decidió reunir a los medios de comunicación en su domicilio particular -lugar en el que también había realizado varias comparecencias públicas- junto al director general de la sociedad de autores VEGAP, Javier Gutiérrez Vicén. Su intención fue anunciar la inminente apertura del juicio oral y mostrar «su confianza en la imparcialidad y buen criterio» de la Justicia.

No faltó, eso sí, el recuerdo de momentos «lamentables» como fue la decisión de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa de devolver a los procesadoslas piezas incautadas en un registro de la fábrica que se hizo hace años. Prefirieron, aun y todo, centrarse en el juicio oral y resaltaron el hecho de que el Juzgado de lo Penal dedique cuatro días de sesiones como «reflejo de la importancia que tiene este asunto». El artista consideró que así se va a permitir que se aclaren finalmente los hechos que denunció hace más de cuatro años.

Inicio del proceso penal

La querella se remontan al 2005, cuando el artista denunció a los miembros de la firma gipuzkoana por un presunto delito contra la propiedad intelectual por plagio y distribución pública de una obra artística sin el consentimiento del autor, en este caso, Nagel. Como acusación particular pidió cuatro años de prisión, mientras que la Fiscalía demandaba dos años. Los hechos tuvieron lugar entre 2001 y 2002 cuando Nagel diseño un total de once obras en porcelana para una vajilla que denominó «Arzak». Según se describe en el escrito de acusación, uno de los imputados dio «las instrucciones precisas» para que se llevaran a cabo varias modificaciones en los diseños y luego lanzarla al mercado con un nuevo nombre. La Audiencia de Gipuzkoa limitó el procedimiento a esta vajilla, a pesar de que la acusación quería incluir también otras dos, las denominadas «Duna» y «Gourmet».

Una larga lucha

En todo este proceso, el anuncio que realizaron ayer de la apertura del juicio oral es una noticia positiva para la acusación. Nagel declaró que con todo se ha podido comprobar lo difícil que es «conseguir la tutela de los Tribunales para el reconocimiento de los derechos de autor y el largo camino que hay que recorrer para defender una esfera tan íntima tan sensible como es el derecho moral».

El director de VEGAP -sociedad de autores que desde el año 1990 gestiona los derechos de autor de los creadores visuales de forma colectiva- subrayó el interés de toda la comunidad artística de mostrar su apoyo a Nagel. Situó el proceso en la larga tradición de artistas que han luchado por la defensa de estos derechos. No en vano, como reconocimiento a la actitud del artista le nombraron presidente del Consejo Internacional de Creadores de Artes Gráficas, que agrupa a 58 sociedades de artistas de otros tantos países del mundo.