Luis Bárcenas, el tesorero del PP acusado de haber recibido al menos 1,3 millones de euros en comisiones ilegales por su implicación en la trama Gürtel, dejó ayer definitivamente su cargo y solicitó su «baja temporal» en el partido «hasta que se sustancien los hechos que injustamente se me imputan, frente a los que mantengo mi absoluta inocencia».

A Bárcenas, el hombre cuyo patrimonio creció y se multiplicó de forma milagrosa entre 2002 y 2007, el PP le hace un «reconocimiento público» por su «magnífica gestión» y le «agradece» la «lealtad que ha demostrado al partido y a sus dirigentes».

Lo que no se sabe, porque ni Mariano Rajoy ni otros cargos de la dirección del PP quisieron responder a la pregunta, es si el agradecimiento del partido a Luis Bárcenas se extiende a seguir pagando las minutas de su abogado defensor ahora que ha dejado «temporalmente» de ser militante del partido.

Cuando al presidente del partido, Mariano Rajoy, le preguntaron directamente por esta cuestión en Sevilla, en lugar de ofrecer una respuesta anunció que propondría a José Manuel Romay Beccaria para que, a sus 74 años, asuma la tesorería del PP. Javier Arenas alegó después, a modo de aclaración, que será el nuevo tesorero quien decida sobre el asunto, como si fuera una cuestión meramente contable sin trascendencia política.

Está claro que Luis Bárcenas no va a renunciar a su escaño en el Senado, puesto que el mismo le concede el aforamiento gracias al cual sólo puede ser juzgado por el Tribunal Supremo. Pero también llamó la atención que Mariano Rajoy no supiera responder si continuará con sus labores dentro o fuera del Grupo Popular.

«Va a continuar como senador en el Grupo Popular, supongo», balbuceó, para decir después que eso dependería del propio grupo del Senado.

El tono dubitativo y esquivo de Rajoy contrasta con las filtraciones hechas desde el propio partido señalando que fue él en persona quien asumió la gestión de esta situación y quien se reunió el miércoles por la tarde con Bárcenas en la sede del partido para forzarle a dejar su cargo y su militancia.

A la sombra de Aznar

Mariano Rajoy participó ayer en el encuentro organizado por José María Aznar para celebrar en Sevilla el XX aniversario del Congreso en el que fue elegido presidente del partido. Ante la primera dirección salida de aquel congreso, Aznar pidió mano dura contra la corrupción, cuando toda la trama Gürtel le toca muy de cerca. De hecho, las mejores imágenes que hay de Francisco Correa y El Bigotes, son de la boda de su hija.

En su discurso, Aznar sostuvo que «los españoles no entenderían que el PP dejase de ser incompatible con la corrupción. Los socialistas pretenden que deje de serlo. Quieren que seamos todos iguales. Y no podemos tolerarlo. El PP que surgió del Congreso de Sevilla fue implacable contra la corrupción y creo que nuestros militantes nos exigen que así siga siendo».

Rajoy le respondió agradeciéndole «todo lo que ha hecho por España, por el partido y personalmente por mí, por nombrarme varias veces ministro y vicepresidente del Gobierno».