Rafa Díez recobra la libertad bajo estrictas limitaciones para ejercer la política
El que fuera secretario general de LAB, Rafa Díez, abandonó ayer la prisión madrileña de Estremera tras abonar una fianza de 30.0000 euros y bajo duras restricciones para participar en política.O.L. | DONOSTIA
Rafa Díez Usabiaga abandonó sobre las 19.30 de la tarde de ayer la prisión madrileña de Estremera, después de que sus allegados costearan la fianza de 30.00o euros impuesta por el juez Baltasar Garzón. A las puertas de la cárcel, además de sus familiares se encontraba una representación del sindicato LAB, del que fue secretario general, con su relevo Ainhoa Etxaide a la cabeza.
La presencia de numerosos medios de comunicación apostados a las puertas de la cárcel obligó a retrasar los abrazos y saludos de los compañeros allí reunidos, que tuvieron que hacer un alto en el camino para ello. GARA pudo hablar con ellos, quienes comentaron que encontraron a Díez «fuerte y con ganas de volver a Euskal Herria». Sobre las 12.30, decenas de personas aguardaban en Lasarte para darle la primera bienvenida a Díez.
El auto dictado por el juez Garzón impone a Díez duras restricciones para participar en política, al igual que viene haciendo con la mayoría de dirigentes independentistas que han recobrado su libertad en los últimos meses. Además, prohíbe al que fuera líder sindical abandonar el Estado español, le retira el pasaporte y le impone dos comparecencias semanales ante el juzgado.
El ex secretario general del sindicato abertzale fue arrestado el pasado 13 de octubre en la sede de LAB de Donostia, junto a Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria, Sonia Jacinto y Arkaitz Rodríguez, en una operación ordenada por Garzón en la que también fueron apresados Txelui Moreno, Amaia Esnal, Miren Zabaleta, Mañel Serra y Ainara Oiz.
Tres días después el mismo juez envió a prisión a Díez, Otegi, Zabaleta, Jacinto y Rodríguez por tomar iniciativas políticas o sindicales en favor de la solución al conflicto y de la unión de fuerzas soberanistas.