El responsable para Asuntos Humanitarios de la ONU, John Holmes, ha solicitado al Gobierno de Sudán acceso urgente e incondicional al campo de refugiados de Kalma, en el sur de Darfur, al que las agencias humanitarias tienen vetada la entrada desde hace dos semanas y en el que 82.000 personas dependen de la ayuda exterior para sobrevivir. Recordó que no se han podido distribuir alimentos y bencina para el funcionamiento de las bombas de agua, por lo que «la situación sanitaria es muy preocupante» y alertó de que «si no se permite la llegada rápida de asistencia humanitaria, las circunstancias empeorarán».