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Voluntarios denuncian que una perrera de Santurtzi es «un auténtico basurero»

Tras reiteradas denuncias ante la Diputación vizcaina y el Consistorio de Santurtzi, que estiman no han sido debidamente atendidas, voluntarios del Centro de Acogida y Adopción para Perros y Gatos de Bizkaia (Capegabi) han alertado a la opinión pública acerca del «lamentable» estado que presentan las instalaciones «sin licencia» que ocupa esta entidad en la localidad marinera, donde un brote infeccioso ha acabado con la vida de una decena de animales.
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Agustín GOIKOETXEA |

Capegabi ocupa desde el 9 de mayo las antiguas instalaciones de la Asociación Protectora de Animales La Encinilla, al pie del monte Serantes, que el Ayuntamiento de Santurtzi ordenó clausurar en noviembre de 2009 por no reunir las condiciones necesarias para un equipamiento zoológico de estas características. A pesar de ello y de las advertencias efectuadas por los voluntarios al presidente, el veterinario Esteban Martínez Esteban, el centro se mantiene abierto y desde junio -subrayan los denunciantes- han muerto al menos once perros por un brote infeccioso.

Los síntomas son, relatan, «problemas respiratorios, mocos verdes, exagerada pérdida de peso, vista velada, legañas de llamativo color verde, heces sangrientas, tics...». La situación empezó a preocupar a los voluntarios, que detectaron como los canes iban día a día empeorando: «Empiezan a tener fallos en las patas traseras, pierden fuerzas, no pueden levantarse, dejan de comer y beber. Después de unas dos semanas de sufrimiento, mueren raquíticos».

Ante este panorama, se dirigieron al responsable veterinario para solicitarle «por favor» que hiciera unos análisis para saber a qué se debía el brote. «Nos ofrecemos a pagarlos, pero -lamentan- no hay forma, los análisis no llegan, achaca los cambios al frío, al calor, al cambio de emplazamiento...». Su actitud es criticada por las personas que han aireado el caso y que lo pusieron en conocimiento del Departamento foral de Agricultura.

Mientras tanto, consultaron con cinco veterinarios y todos -remarcan los voluntarios- diagnosticaron con el simple relato de los síntomas de que en la perrera de Capegabi había un brote de «una enfermedad infecto-contagiosa tipo moquillo o parvo». Se lo comunicaron al presidente de la entidad, que les ofreció otro diagnóstico: erliquia, una dolencia contagiada por garrapatas, que no es mortal con un tratamiento correcto de tetraciclina.

Tras recoger heces y legañas, unos nuevos análisis concluyeron que los animales tenían «moquillo y leve positivo en corona virus», además de descubrir que uno de los perros fallecidos pudiera tener síntomas de leptospirosis, «dada la presencia de ratas». Al poco de trasladarse a La Encinilla, varias personas ya habían alertado de la cantidad de roedores que ha- bían detectado dentro y fuera de centro zoológico y que a los canes no se les había vacunado como obliga la ley.

Pero la alarma se disparó aún más, al constatar que, a pesar de haber muerto once perros en un mes -siete enfermos y cuatro «por otras causas»- ningún responsable municipal de Santurtzi se ha personado en la perrera de Capegabi. El equipamiento, por cierto, está pendiente de que se ejecute un fallo judicial que calificó de acertado que el Ayuntamiento ordenase su cierre el 17 de noviembre de 2009.

A la espera de una actuación

A la espera de que las instituciones actúen, los voluntarios han tratado de difundir las irregularidades en La Encinilla, que llegan a definir como «un auténtico basurero». Aunque desde la dirección vienen defendiendo que cumplan con la normativa, los críticos insisten en que las instalaciones de Santurtzi no se han desinfectado antes de que los animales las ocuparan o que las jaulas «tienen clavos oxidados y hierros hacia fuera, cara a los animales», además de que en éstas no se han eliminado los antiguos bebederos, «absolutamente oxidados y con agua putrefacta».

«No existe -inciden los voluntarios del Centro de Acogida y Adopción para Perros y Gatos de Bizkaia- área de recreo para sacar a los perros», aclarando que el lugar donde se ha estado sacando a los canes, mezclando a los sanos con los enfermos, «es absolutamente inadecuada».

A estas deficiencias hay que sumar que a los animales no se les inserta el «obligatorio» microchip.

DEsde Artxanda

La primera perrera de Capegabi estuvo en Artxanda, de donde tuvieron que marcharse al inicio de 2009 a otro centro provisional en Loiu -donde fueron sancionados por la Diputación-. De ahí han ido a parar a Santurtzi.

Brote controlado

Ante las críticas de los voluntarios, el responsable de Capegabi viene defendiendo que el brote infeccioso en La Encinilla está controlado, extremo que niegan los críticos, que piden el amparo institucional.

La Diputación asegura que las instalaciones «son apropiadas»

La Diputación vizcaina asegura que ha realizado recientemente una inspección al núcleo zoológico gestionado por Capegabi, en Santurtzi, «y las instalaciones son apropiadas; es decir, las perreras cumplen las condiciones higiénico sanitarias». Fuentes del Departamento de Agricultura añadieron a este diario que «anteriormente las instalaciones han sido visitadas varias veces».

Desde la institución foral se tiene constancia de una denuncia registrada «sin firma» contra Capegabi, que según la información de la que dispone GARA correspondería con la entregada por los voluntarios. Éstos, según su propio testimonio, efectuaron el 8 de julio una llamada telefónica al Departamento, donde les dijeron que el responsable del tema de perros y gatos iba a estar de vacaciones hasta el 26 de julio «y que no hay nadie para encargarse de estos temas».

Por ello, los críticos con la gestión del responsable de Capegabi en La Encinilla hicieron un resumen de la situación a su interlocutor y al no recibir respuesta alguna para el 20 de julio, optaron por entregar un escrito en el registro de la Diputación. A partir de ahí, comenzaron una campaña de divulgación de las irregularidades.

Agricultura defiende que el competente para clausurar La Encinilla es el Ayuntamiento de Santurtzi. Por otro lado, informó a GARA de que hace dos semanas ha entrado en el Servicio de Ganadería un escrito de Capegabi, «notificándonos que ha arrendado una serie de perreras en el núcleo zoológico de Santurtzi (NZ-116-BI)», que corresponde con el denunciado. En Loiu, impusieron a Capegabi una multa de 3.000 euros. A.G.

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