GARA > Idatzia > Iritzia> De reojo

Raimundo Fitero

1001

En los últimos años del franquismo, Marcelino Camacho saltó a la fama mediática global debido a un internacionalizado «Proceso 1001», en el que se juzgaba a varios luchadores antifranquis-tas, sindicalistas o militantes del partido comunista, o ambas cosas a la vez. Las palabras mediática o globalización no existían, pero si un caso como el que mencionamos tenía un reportaje en la BBC o en la televisión sueca, significaba un gran deterioro en la credibilidad del caduco régimen totalitario. Internamente la televisión y media existente, en blanco y negro, era la voz del régimen, y en algunos periódicos se informaba, pero manteniendo siempre la tesis oficial, aunque pudiera existir alguna leve insinuación.

De aquel proceso salió reforzado Marcelino Camacho como líder del sindicato Comisiones Obreras, y su jersey gris de cuello alto se convirtió en un icono de la lucha anticapitalista, de la defensa de los obreros. Su sencillez indumentaria formaba parte de su propio discurso, muy retórico en ocasiones, pero muy fundamentado en concepciones rigurosas de la lucha de clases, sin abandonar nunca un cierto aire cural, evangelizador, pero transmitiendo honradez. Tras la muerte de Franco su figura se agrandó, tenía una presencia televisiva casi constante, fue un referente moral, y si su formación política básica le marcaba objetivos muy claros, perdió reflejos, se atrincheró en posturas excesivamente rígidas cuando se estaban moviendo el mapa social y político estatal, y acabó descolocado, enfrascado en peleas internas, aunque sin perder totalmente su prestigio, como recipendiario de una memoria histórica de la lucha obrera y sin olvidarse sus jerseis de lana.

Ahora ha muerto, con noventa y dos años, padeciendo Alzheimer; es decir, deshabitado precisamente de su memoria. Resulta conmovedora y sorpresiva la reacción casi unánime de loa encendida desde todos los puntos cardinales del espectro político y mediático cuando fue en sus momentos de máxima autoridad una de las dianas más apetecibles para los tiburones de la derecha y el centro. Nada es como era hace unos años. El sindicalismo es de lo que más ha cambiado y no precisamente para mejor.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo