La subida de los impuestos que gravan el tabaco y el encarecimiento de los carburantes provocaron en diciembre un repunte de siete décimas de los precios armonizados -medidos igual en todos los estados de la zona euro- en el Estado español, que cerraron el pasado año con una subida del 2,9%.

Se trata de la tasa más alta registrada desde octubre de 2008 por el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), cuyo indicador adelantado fue difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según recogió Efe. Los expertos consultados por esta agencia esperaban este repunte como consecuencia de la política fiscal del Gobierno español y la evolución de los precios energéticos, aunque al margen de estos dos factores puntuales no ven tensiones inflacionistas.

Los tipos impositivos que gravan el tabaco fueron incrementados a principios de diciembre entre el 24 y el 50%, en tanto que el precio medio del barril de petróleo Brent se encareció el mes pasado un 7% respecto a noviembre y casi un 23% frente al mismo mes del año anterior. De coincidir el dato publicado ayer con la inflación general (IPC), que se conocerá el 14 de enero, supondría un aumento de seis décimas en la evolución de los precios, que en noviembre registraron una tasa interanual del 2,3%.

La Fundación de Cajas de Ahorros espera que el IPC acabe 2010 en el 2,8 %, un nivel que su director de coyuntura económica, Ángel Laborda, consideró preocupante en una situación de estancamiento económico. No obstante, subrayó que no se trata de un proceso inflacionista de la economía, sino la consecuencia de medidas puestas en marcha por el Gobierno.