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Javier Roca, Beatriz Sola, Paz Hernández (*) Plataforma del Servicio de Urgencias Rural (S.U.R.)

En Nafarroa el sur no existe

Me imagino que nadie entendería que los bomberos tuviesen que poner su propio camión; pero, claro, nosotros sí, es lo que tiene no pertenecer a nadie y que te manden todos

Mario Benedetti decía en su poema que «El Sur también existe», pero el Gobierno de Nafarroa parece que no se ha enterado. Hace ya tres años que firmó con los sindicatos un acuerdo por el que se creaba el SUR (Servicio de Urgencias Rural) y hoy todavía no se ha creado el mencionado servicio, responsable de la atención sanitaria urgente en el medio rural.

Parece ser que lo rural (aunque sea sanitario) no debe depender de Salud, sino de Medio Ambiente, ya que llevamos todo este tiempo reclamando al Departamento de Salud que cumpla lo firmado. También los sindicatos se lo solicitan, pero por lo que parece, a los responsables no les viene bien abordar este tema.

Aunque, como ya saben, en este servicio fantasma trabajamos más de 250 personas entre médicos y enfermeras.

A fin de cuentas, nos manda todo el mundo, pero nadie es nuestro responsable. Estamos al albur de las decisiones de la jefatura de turno, no tenemos un calendario unificado, en cada sitio nos aplican el que les conviene.

Para la realización de nuestro trabajo (atención de urgencias, accidentes, etc.) se nos dota de una bata y un chaleco reflectante (de esos que por ley hay que llevar en el coche). Nos queremos imaginar que la bata y el chaleco los han hecho en la NASA, y lo mismo te protegen de cortes que de derrames de fluidos, del frío del invierno y la lluvia, etc. El resto de los servicios de urgencias, los que realizan su trabajo en el medio urbano, o sea las ciudades, sí tienen ropa de alta visibilidad y de protección, botas, chalecos, pantalones con reflectantes, prendas de abrigo...

A pesar de que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales ya en 2007 emitió un informe en el que pone de manifiesto la necesidad de estas medidas de protección, parece que al Gobierno sigue sin venirle bien dotarnos de ellas.

Para desplazarnos a los lugares de los accidentes, incidentes, avisos, etc. debemos llevar nuestro propio vehículo o, lo que es lo mismo, prestárselo a la Administración. Me imagino que nadie entendería que los bomberos tuviesen que poner el camión propio; pero, claro, nosotros sí, es lo que tiene no pertenecer a nadie y que te manden todos, al final eres un huérfano dentro de la Administración.

Pues sí, señores del Gobierno, Benedetti tenía razón, el SUR también existe: realiza un trabajo encomiable, cuando menos igual al del resto del personal de Urgencias del Gobierno de Navarra. Como tal personal, creemos que debemos tener un servicio propio, con nuestros jefes propios, un servicio dotado de las medidas de seguridad necesarias para que no peligre nuestra integridad, un servicio dotado de los medios materiales necesarios para poder desarrollar nuestro trabajo, que no es otra cosa que servir al ciudadano en los momentos en los que éste es más vulnerable, en la enfermedad, en los accidentes. Queremos tener nuestros propios calendarios de trabajo, porque somos un servicio propio.

Sí, señores del Gobierno, las promesas están para cumplirlas, y cuando esas promesas además se plasman en un papel y se firman, con mayor motivo.

Pues sí, volveremos mañana, y al otro, y al otro, y así sucesivamente hasta que logremos dejar de ser funcionarios de segunda, hasta que se nos dote de lo que nos corresponde para poder realizar nuestro trabajo, hasta que ustedes creen el servicio que prometieron y firmaron, hasta que para poder dar el mejor servicio al ciudadano no baste nuestra profesionalidad y la improvisación.

Volveremos, estén seguros. Parece que fue ayer cuando se iba a crear este «servicio», pero han pasado tres años, casi una legislatura.

(*) Firman también el artículo Miren Bakarne Razquin, Pilar Maravi y Amaia Zabalo

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