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Los informes oficiales confirman que existe amianto en muchas zonas del Hospital de Cruces

Dice un dicho popular que «en casa del herrero, cuchillo de palo». Así ocurre en el Hospital de Cruces donde se ha detectado bastante amianto en diversas zonas de las instalaciones sanitarias. Dos trabajadores han fallecido por cáncer producido por el amianto.

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Juanjo BASTERRA

Mientras la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, anunció hace unos días un plan contra el amianto, que prevé, entre otras acciones, un control de la salud de 5.631 trabajadores -4.226 jubilados y 1.405 en activo- lejos de los más de 30.000 trabajadores que estuvieron en contacto directo con el amianto, más los que tuvieron un contacto ocasional o indirecto, en los cajones de los máximos responsables del Hospital de Cruces, y de otros centros hospitalarios, existen informes que confirman la existencia de amianto en las instalaciones y, tras numerosas obras de rehabilitación y modificación, no lo han hecho desaparecer.

En este caso, entre otros muchos, se da la circustancia de que la población y los trabajadores acuden a que les sanen o curen de enfermedades y, precisamente, pueden haber estado en contacto con el amianto, porque nadie puede asegurar con total seguridad, que no se han desprendido fibras de amianto que han sido inhaladas por trabajadores o por la población. El tema es muy grave, más tratándose de unas instalaciones de carácter público.

Un informe de Gestión Integral de Residuos (GIR) desvela la existencia del mineral cancerígeno en los «paneles aislantes en fachadas de edificios, en las cinco zonas del solárium¯», «paneles aislantes de fibrocemento utilizado para encofrar, en todas las modificaciones efectuadas en los años setenta (ampliación edificios A, B, D, E, zona Z, etc)». «Se utilizaron placas de fibrocemento como suelo para el encofrados, en otros casos se utilizaron placas de fibrocemento en forma de bóveda para finalizar el techo de algunas instalaciones (transformadores)». También hay «cubiertas de fibrocemento en casi la totalidad del hospital, el cual ha sido cubierto en algunos casos con tela asfáltica y otros elementos». «Bajantes de fibrocemento. En los bajantes de fecales y de pluviales de fibrocemento, en algunos casos se han cambiado por PVC a lo largo de los años, el entronque a red de saneamiento es de hormigón».

El informe sigue detallando que hay juntas con amianto que se han encontrado en «el horno incinerador» y «en algún elemento suelto como en un patinillo cercano a las cocinas del edificio A, además se han encontrado juntas con amianto en diversos elementos como calderas, aljibe, en el almacén, etc». Pero no queda ahí el informe, porque advierte que se han detectado las cocinas «con aislantes de amianto», «trozos de fibrocementos en tejados y cuarto de ascensor», «losetas vinílicas de los años 70». Hay también una serie de zonas «donde se sospecha su existencia, aunque no se ha podido llegar por limitaciones de accesibilidad».

Dos muertes

Dos son, al menos, los trabajadores que han fallecido por haber estado en contacto con el mineral cancerígeno en algún momento de su vida laboral. El trabajador de mantenimiento Javier Rojo y la Begoña García Eguiluz, que trabajó en Cruces y en San Eloy. Además existen varios casos de trabajadores a los que se les han detectado placas pleurales, que es el inicio de los efectos malignos del amianto.

Aunque a Rojo le tardaron en reconocer la enfermedad, al final GARA ha conocido que Osakidetza ha alcanzado un acuerdo con sus familiares para evitar tener que ir a un juicio para que le reconozcan la enfermedad profesional y la indemnización por la falta de medidas de seguridad.

Lo que subyace en estos casos, lo mismo que en un caso de placas pleurales del Hospital de Basurto, es que en los hospitales no se actuó con prevención y, por otro lado, que hasta que no saltó el primer caso conocido de un mesotelioma pleural (el de Javier Rojo) no se realizaban controles ni vigilancia específica, aun conociendo la existencia de amianto. Asviamie, por otro lado, ante la campaña que anunció Gemma Zabaleta consideró positivo que se tenga en cuenta la realidad del amianto «algo por lo que estamos luchando», pero exigió controles más exhaustivos y que se añadan a los listados a trabajadores directos e indirectos.

 

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