López abre un debate y lo cierra en falso
Patxi López puso ayer sobre la mesa, en la clausura del curso «La España de 2020», de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el debate sobre la estructuración del Estado, defendiendo que después de 30 años, el marco institucional autonómico debe ser dotado de estabilidad. Se trata de un debate que en sí mismo y si se aborda con la necesaria seriedad y la profundidad requerida, y sin cerrar ninguna puerta antes siquiera de empezarlo, puede ser interesante. Sin embargo, el lehendakari dejó claro que su visión del origen del problema y la posible solución del mismo es muy diferente de la que comparte la mayoría política del territorio que representa y de la de sus ciudadanos. A juicio del líder del PSE, el problema no reside en la posición de Madrid, sino en las «guerras estériles» que, entiende, mantienen «contra el Estado común» las comunidades con mayoría nacionalista. Entre ellas habría que incluir, por cierto, la que él preside en contra del sentir de esa mayoría. López sostuvo que hay que avanzar hacia una estructura política «más estable y solidaria».
Al hacer esta acotación, el mandatario autonómico no sólo no sintoniza con el sentir de la sociedad vasca, sino que invalida la opción misma del debate. El primer paso para que un Estado sea estable es que quien lo conforma quiera ser parte de él y eso no sucede hoy día.