La falta de acuerdo entre demócratas y republicanos sobre la ampliación del techo del gasto en Estados Unidos mantiene a todo el mundo con el aliento contenido, ya que de no pactar una salida antes del próximo martes el gigante norteamericano no podrá hacer frente a sus obligaciones y podría causar una nueva recesión internacional. El director del programa de investigación de Macroeconomía del Banco Mundial, Luis Servén, dijo ayer que espera que EEUU tenga «cartas guardadas bajo la manga» de manera que se alcance un acuerdo y así impedir «un cataclismo financiero» mundial. Es comprensible la preocupación, cuando el planeta sigue convaleciente por una crisis cuyo origen estuvo también en EEUU.

Sin embargo, resulta tan llamativo como doloroso que mientras gobiernos e instituciones financieras no apartan la mirada de Washington apenas atienden a la situación que se vive en el continente africano, donde una crisis humanitaria sin precedentes en décadas amenaza de muerte a cientos de miles de personas. Ese es el auténtico «cataclismo» mundial, aunque occidente le miré de reojo mientras aguarda a la próxima declaración de Obama.