Unas cincuenta personas se concentraron ayer ante la comisaría de Baiona para exigir la puesta en libertad de los dos jóvenes detenidos el pasado domingo. Después se conocía que uno de ellos, menor de edad, quedaba libre.

El otro -Gilen Goiti- se encuentra en libertad condicional tras haber sido condenado el 23 de junio pasado por el Tribunal especial de París a tres años de cárcel, dos de ellos sin obligación de cumplimiento.

Los arrestos se produjeron el domingo al mediodía -día de celebración en las fiestas del hermanamiento Baiona-Iruñea-, cuando se desarrollaba una concentración en las cercanías de la iglesia de San Andrés para denunciar, ante la comitiva oficial de representantes municipales, «la utilización de la tortura en el Estado español». Según fuentes oficiales, en los incidentes dos policías habrían sido «agredidos».

Momentos de tensión

Askatasuna informó por su parte de que «varios policías vestidos de civil, con el típico atuendo blanco y rojo de las fiestas, persiguieron a los jóvenes dirigiéndoles insultos y gestos agresivos». Se sucedieron «momentos de tensión en los que participaron más policías que habían acudido entretanto y que golpearon a algunos jóvenes», entre ellos los detenidos. Askatasuna precisó que «fueron objeto de patadas incluso cuando ya estaban reducidos en el suelo».

El organismo antirrepresivo denuncia, «una vez más, la persecución policial que sufren los jóvenes independentistas», actuación que «no va en el sentido de una solución democrática por la que opta gran parte de la sociedad vasca». Y hace un llamamiento a la movilización.