Las agencias de ayuda humanitaria ampliaron ayer sus operaciones -puente aéreo, la distribución de alimentos y la vacunación masiva en el mayor campamento de refugiados de Kenia, Dadaab- para contrarrestar el hambre que afecta a más de doce millones de personas en el Cuerno de África. Mientras, la falta de alimentos en Somalia. el país más azotado por esta crisis humanitaria debido a los veinte años de guerra que también padece, podría llevar a Naciones Unidas a declarar la situación de hambruna en otras seis regiones del país africano, después de adoptar esta decisión sobre dos áreas de la zona sur.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se encuentra a punto de completar la distribución de 3.000 toneladas de alimentos entre los 162.000 somalíes de las regiones del sur y centro del país controladas por las milicias islámicas shebab. Zonas en las que la situación es especialmente precaria debido a la política de la comunidad internacional de enviar ayuda a las zonas controladas por el Gobierno títere y discriminar a los somalíes que viven en las áreas bajo influencia shebab, según han denunciado algunas ONG que trabajan sobre el terreno.

La que está llevando a cabo el CICR, una de las pocas organizaciones humanitarias que ha mantenido sus programas en esas regiones tras la expulsión de las ONG en 2009, es la primera distribución de alimentos a gran escala en esa parte del país desde comienzos de año.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU envió ayer un nuevo cargamento de 10 toneladas de suplementos nutricionales para niños a Mogadis- cio, la capital somalí, al tiempo que ha acelerado el ritmo de distribución de alimentos en Dollow, cerca de la frontera con Kenia.

Mientras tanto, Unicef lanzó una importante campaña de vacunación contra la poliomielitis y el sarampión en Dadaab, donde viven unos 380.000 refugiados somalíes.