Unas 700 personas se manifestaron ayer en Ortuella bajo el lema «Konponbidearen alde, atxiloketarik ez. Patxi askatu!» para pedir la liberación de Patxi Gómez, vecino de la localidad minera que ha sido recientemente encarcelado para cumplir diez años de prisión más, que se suman a los veinte que ya tenía cumplidos, al aplicarle el Supremo la «doctrina Parot».

En la manifestación. que se inició en la Plaza del Ayuntamiento, destacó la presencia de concejales del PNV, que portaron la pancarta, del PSE, que caminaron inmediatamente detrás de ellos, y de Bildu, así como históricos militantes de la izquierda abertzale como Tasio Erkizia o Periko Solabarria.

Al término del recorrido, Nerea Herrera (Bildu), y Oscar Martínez (PNV), alcalde de Ortuella, leyeron sendos comunicados, en euskara y castellano, en los que denunciaron «la cadena perpetua de facto» que supone la «doctrina Parot». Tras considerar que los tribunales españoles «han estado jugando» con Patxi Gómez, criticaron que el Gobierno español «continúe conculcando derechos básicos».

Este posicionamiento, expresado ya en un pleno extraordinario urgente tras la sorpresiva detención de Gómez, ha sido saludado y agradecido por el propio preso desde la cárcel, en una carta remitida sus vecinos.

«No caigamos en su juego»

Las intervenciones de los ediles dieron paso a uno de los momentos más emotivos de la jornada, ya que se procedió a la lectura de esta misiva. En ella el vecino de Ortuella represaliado aboga por «profundizar en la estrategia que tenemos definida» ya que, a su juicio, «es la manera más eficaz de dejar en evidencia» ante la sociedad vasca y la comunidad internacional la «verdadera talla antidemocrática del Estado Español.

Así, Gómez apuesta por «multiplicar las 110.000 gargantas que el pasado 7 de enero desbordaron las calles de Bilbo», para así «trasladar esa energía popular a los pueblos y barrios» con el objetivo de que «presos y exiliados políticos vascos puedan regresar cuanto antes a casa»

Junto a ello, anima a «abordar las causas políticas del conflicto» para que en un futuro «no haya razones por las cuales ciudadanos vascos tengan que volver a conocer la cárcel o el exilio». Y la carta oncluye así: «Yo, esté en Basauri o en cualquier otra mazmorra del Estado español, seguiré ofreciendo mi militancia y mi compromiso a la oportunidad política abierta en mi país. No voy a cejar en mi empeño, y espero que vosotros tampoco lo hagáis», pide.