Ante la posibilidad de que la flota vasca de bajura venda su cuota de atún rojo, el Gobierno de Lakua mostró ayer su reticencia y llamó a los arrantzales ha debatir en profundidad el tema y las consecuencias que podría acarrear.

En un comunicado, el viceconsejero de Pesca, Jon Azkue, señaló que desde Lakua no pueden compartir una eventual decisión de venta de los derechos de pesca de atún rojo. «Queremos que se pesque y se mantenga esa cadena que va desde el sector extractivo pasando por la comercialización y que termina en el consumidor», añadió.

Azkue recordó que Lakua ha mostrado su oposición al establecimiento «puro y duro de los derechos de pesca individualizados a cada barco».

En este sentido, el vicenconsejero de Pesca se mostró convencido de que esta posición traerá consigo «una concentración de derechos de pesca en los grupos o sociedades más poderosos y al dominio de la comercialización».

Añadió que con la venta de 450.000 kilos de cuota de atún rojo que corresponde a la flota vasca se produce el mismo efecto: «el destino del atún es para las grandes empresas que comercializarán con el engorde del atún».

Por ello, hizo un llamamiento a los armadores y arrantzales para que hagan un debate «profundo» sobre las consecuencias presentes y futuras que puede tener la venta de la cuota.