El presidente cubano, Raúl Castro, se reunió ayer en Beijing con su homólogo chino, Hu Jintao, durante el segundo día de un viaje de cuatro días en el que espera obtener el apoyo de su segundo socio comercial y tradicional aliado político para implementar históricas reformas económicas en la isla.

Los dos gobiernos aprovecharon esta visita, la primera de un presidente cubano desde que Fidel Castro visitó China en 2003, para firmar ocho acuerdos en temas de cooperación económica, agricultura, aduanas, telecomunicaciones y tecnología.

«Estamos convencidos de que la visita imprimirá un bello impulso a las relaciones entre Cuba y China, y traerá mayor cooperación», señaló Hu Jintao durante el encuentro en el Gran Salón del Pueblo de la capital.

«Sobre todo queremos consolidar la cooperación», añadió Castro, describiendo las relaciones entre ambos como unas «ya mayores de edad que han pasado la prueba del tiempo».

También firmaron una línea de crédito libre de intereses y un acuerdo de préstamo con el Banco de Desarrollo de China para modernizar las instalaciones médicas de la isla.

El presidente cubano se reunirá hoy con el primer ministro Wen Jiabao, el vicepresidente Xi Jinping y el viceprimer ministro Li Keqiang, permitiéndole estrechar las relaciones con los dos hombres considerados como probables sucesores de los actuales mandatarios.

Beijing ha manifestado su interés en apoyar las reformas del presidente cubano. «Cuba puede aprender mucho de otros países socialistas que han sido económicamente exitosos, como China», manifestó a AFP Yang Jianmin, secretario general del Centro de Estudios sobre Cuba en la Academia China de Ciencias Sociales.

«Creo que la isla puede estudiar algunas experiencias de China en cuanto a reformas económicas, en áreas como la estabilidad del mercado, las exportaciones, las inversiones o las facilidades para establecer empresas. Esas experiencias pueden permitirle una apertura y generar muchas oportunidades», añadió.

China es el segundo socio comercial de Cuba, después de Venezuela. El intercambio comercial entre los dos asciende a 1.900 millones de dólares. Además, Beijing tiene inversiones en sectores como transporte, petróleo, equipos electrodomésticos y de comunicación, además de ser fuente de créditos.