El de Eibar firma hasta 2017 con una cláusula de 35 millones
Susaeta renueva y Amorebieta está a medio camino de hacerlo
El desencuentro casi irreversible de hace semanas en las negociaciones con el central ha girado hacia un acercamiento aun por cerrar.
Joseba VIVANCO
«Mi idea era seguir aquí y ha llegado el día». El Athletic y su masa social estaban ávidos de buenas noticias y la primera de ellas llegó con la terapéutica victoria en casa ante el Valladolid. Ayer, llegó otra, la saludada renovación de otro jugador de esos de la casa de toda la vida, con nada menos que 16 años a sus espaldas en Lezama, el eibartarra Markel Susaeta. Lo hace hasta junio de 2017 y una cláusula de rescisión de 35 millones de euros. «Siempre he tenido claro dónde quiero estar», confesaba hace solo unos días en una entrevista. Y esta vez sí, aunque la duda ofendiera, dicho y hecho, el jugador de campo que más minutos disputó la pasada temporada, seguirá siendo león, al menos hasta casi cumplir los 30 años.
Había cosas más importantes que zanjar en el seno del club que su renovación, reconocía con humildad hace unas fechas el jugador rojiblanco. No había prisa. El máximo goleador del equipo en lo que va de campaña -ya en la pasada anotó 13 goles- seguirá atado a Ibaigane, con el objetivo de igualar o mejorar su espléndida temporada anterior, aquella en la que esta vez sí, la grada de San Mamés coincidió en sus aplausos al centrocampista, uno de esos jugadores con talento que suma tantos seguidores como detractores.
Markel Susaeta llegó a Lezama en 1997, al alevín que entrenaba Miguel de Andrés, junto a otros cuatro compañeros de la ikastola de Eibar -la misma en la que estudió Ruiz de Galarreta-, en una camada de la que salvo él, ni sus amigos ni ningún otro del equipo llegaría a estrenarse con los `mayores'. En la temporada siguiente, en el alevín de segundo año, coincidiría bajo las órdenes de Kike Liñero con otro chaval que luego llegaría a debutar, pero fugazmente, de nombre Beñat Etxeberria, ahora en el Betis; juntos seguirían cubriendo camino por las categorías del club hasta el Basconia.
José Manuel Esnal Mané le llamó a algún entrenamiento con el primer equipo, pero aun con ficha del filial, su bautismo le llegó en la campaña siguiente, 2007, nada menos que en el Camp Nou, aunque su compañero de habitación y de categorías Ion Vélez le ayudó a combatir la lógica ansiedad. Por detrás de él en la banda, Iraola; enfrente, nada menos que Ronaldinho y Eric Abidal. Susaeta cobraba algo menos de 1.500 euros al mes; el astro brasileño ganaba 65.700 euros al día... Ronaldinho hizo dos goles, Markel uno. De la ikastola Mogel o del parque Jacinto Olabe bajo su domicilio al sancta sanctorum culé.
Desde aquel lejano día, este admirador de Zinedine Zidane suma ya 221 partidos oficiales con la camiseta rojiblanca y todos esperan que si la pasada campaña fue la de su despegue, esta sea la de su confirmación definitiva como indiscutible en el once de los leones.
Lo de Amorebieta se encauza
Y mientras el de Eibar renueva, o Toquero, Castillo e Igor Martínez aguardan acontecimientos, las miradas se centran en el futuro de Fernando Amorebieta. Semanas atrás las cosas pintaban mal, muy mal, dadas las exigencias económicas del jugador; incluso hubo algún periódico que tituló con su marcha del club, cosa que Josu Urrutia tuvo que desmentir y aclarar que las negociaciones seguían abiertas.
Ahora mismo sigue sin haber un acuerdo, ni siquiera un acercamiento tan eufórico como se ha publicado; más bien ese giro hacia la renovación está a medio camino de fructificar, lejos en cualquier caso de las alejadas posturas de antes de que estallasen los casos de Llorente y Javi Martínez. Quien sabe si tras Susaeta, Amorebieta puede ser el siguiente. Sería otra gran noticia para ese entorno rojiblanco ávido de buenas nuevas.
La noticia saltó a última hora de la tarde de ayer, en la web deportiva de El Desmarque Bizkaia: «Javi Martínez, sorprendido entrando en Lezama de madrugada». Habría ocurrido, según dicha información, el pasado sábado, a las 02.00 de madrugada, cuando los vigilantes de Lezama `cazaron' a dos individuos que pretendían saltar la valla y entrar en las instalaciones; uno de ellos, Javi Martínez, que al parecer querría recuperar los enseres personales de su taquilla. «El encuentro con los empleados no fue precisamente amistoso y derivó en un pequeño incidente», informaba dicho medio. ¿Un burdo bulo? Ningún medio de comunicación vasco en sus webs se hizo eco del asunto en las horas siguientes. Se sabía que el jugador había estado este fin de semana en Iruñea, según dijo al diario ``Bild'', a recoger efectos personales y visitar a su novia. De ahí a dar crédito a una información así, parecía necesaria una confirmación.
Poco antes de las 22.00 lo que parecía increíble comenzó a cobrar cuerpo. Algunas informaciones off the record ya apuntaban a que algo había sucedido en ese sentido y con el jugador como protagonista. En el espacio deportivo del Teleberri nocturno de ETB informaron de la noticia, añadiendo que el entorno del jugador matizaba los hechos asegurando que el suceso se produjo a las 22.00 y no a las 02.00 y que el exrojiblanco no saltó ninguna valla. Es decir, fuera una hora u otra, tratara de saltar la valla o entrar por la puerta principal, `cazado' o no, todo indica que Javi Martínez se pasó el sábado por Lezama a una hora intempestiva para recoger las pertenencias que, con las prisas, había dejado allí. Evidentemente, al ser una persona ajena al club, parece lógico que se le impidera su entrada y a esas horas. Un rocambolesco suceso que hoy dará de qué hablar. J.V.
