Lakua camina hacia el rechazo de sus presupuestos si Urkullu no rectifica
Después de que los consejeros hayan explicado las cuentas de los distintos departamentos en el Parlamento de Gasteiz, EH Bildu, PSE y UPyD siguen mostrando su rechazo al proyecto de presupuestos del Gobierno de Lakua. Las dos principales formaciones de la oposición sostienen que los recortes sobrepasan las «líneas rojas» y que es preciso incidir en los ingresos. Si el lehendakari no rectifica, el proyecto será devuelto al Ejecutivo en el pleno del 26 de abril.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
Ni el paso de los consejeros por el Parlamento ni los intentos de ablandar a la oposición haciendo recaer sobre ella la responsabilidad de sacar adelante los presupuestos han disuadido a EH Bildu, PSE y UPyD de mantener su rechazo al proyecto de cuentas públicas presentado por el Gobierno del PNV.
De no mediar una urgente y contundente rectificación por parte del Ejecutivo de Urkullu, todo hace predecir que el proyecto será rechazado por el Parlamento en el pleno del 26 de abril. EH Bildu y PSE han pedido al Gobierno que presente un nuevo proyecto que contemple nuevos ingresos, que todas las partes admiten que pueden darse durante el ejercicio, y que corrija los recortes en ámbitos sociales, que en opinión de ambos grupos superan las rayas rojas. En caso contrario presentarán enmiendas a la totalidad. UPyD, por su parte, asegura que ya está redactando la suya.
El próximo 26 de abril el Parlamento votará la devolución o no del proyecto al Gobierno, es decir, el rechazo de los presupuestos. A la vista de los pronunciamientos habidos hasta el momento, el PNV solo podría contar con algún tipo de apoyo del PP, insuficiente para evitar el varapalo político que se le viene encima.
Si el Gobierno tuviera asegurado el voto favorable del PP, podría intentar algún movimiento para tratar de conseguir la abstención de UPyD y forzar así un empate a 37 que permitiría seguir adelante con el debate presupuestario. Sin embargo, es una operación arriesgada, puesto que superado el escollo de las enmiendas a la totalidad, debe acometerse la aprobación de las enmiendas parciales y el conjunto de la ley. En ese caso, una repetición del empate a 37 se volvería contra el Gobierno y los presupuestos decaerían.
El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, anunció el martes el inicio de conversaciones con el resto de los grupos, pero EH Bildu y PSE aseguraron ayer que todavía no habían recibido ninguna invitación para hablar.
Resignación gubernamental
Las parlamentarias de EH Bildu Leire Pinedo y Marian Beitialarrangoitia sostuvieron ayer que el Gobierno de Urkullu ha caído en la «resignación», limitándose a decir que no hay alternativa a sus cuentas y renunciando a que su acción política pueda incidir en la economía. Se preguntaron: «Si un lehendakari que habla desde el timón del país reconoce que no puede hacer nada, ¿por qué sigue intentando liderar este país?».
Ambas insistieron en que el hecho de que «el PNV no sepa hacer las cosas de otra manerano significa que no haya otra forma de hacer las cosas. EH Bildu sí tiene alternativa».
La coalición pidió hace unos días a Lakua que retire su proyecto y se ofreció para colaborar en la redacción de otro nuevo, que contemple nuevas fórmulas de ingresos y evite los recortes que sobrepasan la líneas rojas. Todavía no ha tenido respuesta.
También el PSE cree necesario que Lakua corrija su presupuesto adaptando la partida de ingresos y limitando los recortes. José Antonio Pastor coincidió con EH Bildu al observar que el PNV afronta la situación económica «con resignación».
Por su parte, Gorka Maneiro anunció que UPyD ya trabaja en la redacción de una enmienda a la totalidad de un presupuesto que «arrasa con todos los impulsos a la actividad económica mientras mantiene partidas identitarias y gasto superfluo».
El PP ha mostrado su discrepancia con el proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno del PNV y asegura que trabaja en la elaboración de alternativas, pero no aclara si será a través de una enmienda a la totalidad o de parciales.
La estrategia del Gobierno y del PNV pasa en estos momentos por asegurar que está dispuesto a la negociación con los partidos de la oposición, al tiempo que los critica con dureza. Empieza a apreciarse la asunción de que los presupuestos pueden ser rechazados por el Parlamento. El lehendakari ya anunció que, en ese caso, no va a gastar más del dinero con el que cuenta.
Sin embargo, en otros ámbitos de opinión cercanos al PNV se mantiene la convicción de que el PSE acabará cediendo a la presión y facilitando de alguna manera la aprobación de las cuentas del primer Gobierno de Urkullu. Desde el partido de Patxi López insisten, por su parte, en que eso no va a ocurrir. I.I.