Se acabó el período de descanso activo. Después de un muy buen partido ante Bilbao Basket el pasado 1 de mayo, los gasteiztarras han cerrado la Liga regular encajando un promedio de 94,66 puntos en los tres últimos encuentros -95 frente a UCAM Murcia, 90 ante Estudiantes y 99 contra el CB Canarias-, con un resultado de dos derrotas y una victoria, y una sensación de falta de actitud realmente alarmante a las puertas del play off.

En esa primera ronda se enfrentará a un Gran Canaria que tendrá que suplir las ausencias de Scheyer y Xavi Rey, y que seguramente se base en la capacidad de pelea -y de pase- de Eulis Báez y una batería de tiradores. Es de esperar que los de Tabak se pongan a la tarea de defender cuando las victorias cuenten, pero el propio entrenador baskonista lo advertía: «Llegamos a los play offs en la peor dinámica posible».

Aún peor. Y es que encajar 59 puntos al descanso y decir que la actitud baskonista no estuvo mal parecen antagónicos, pero así fue. La cuestión es que querer no siempre es poder, sobre todo cuando el equipo no se pone a defender desde el salto inicial. Así las cosas, no resultó extraño que jugadores como Levi Rost o Sekulic camparan a sus anchas en un primer cuarto que hizo las delicias del pabellón Insular Santiago Martín, pero no de los entrenadores: 27-27.

Los locales, aunque nunca supieron parar a Lampe ni a San Emeterio, ajustaron un poco su rebote, y así redujeron el «chorreo» anotador gasteiztarra. Mientras, en ataque, gracias a un Richi Guillén que, si la exigencia física del duelo no es muy alta, siempre imparte magisterio desde el poste bajo, los tinerfeños abrieron una renta a la postre insalvable, llegando al descanso 59-47 a su favor.

Tarde, y por el camino fácil

Naturalmente, el Baskonia no arrojó la toalla y buscó la remontada. Sin embargo, en lugar de ponerse a defender o a cargar el rebote, intentaron voltear el luminoso a través de la anotación, y nada más. La calidad de los gasteiztarras proporcionaba canastas, pero su defensa dejaba mucho que desear, de forma que gente como Bivià o Lampropoulos engordaban sus números sin mayor problema.

Con el marcador 82-70 al inicio del período final, pareció que los gasteiztarras al fin se ponían a la tarea de apretar atrás. Ello, por otro lado, trajo la expulsión de Nocioni por cinco faltas, y el propio Tabak se ganó una técnica en su afán de elevar la intensidad del partido.

Con todo, de la mano de San Emeterio y Lampe, el Baskonia llegó a situarse a dos puntos a falta de un minuto. Sin embargo, la remontada nunca fue una opción real porque el argentino Richotti siempre estuvo al quite para evitar sorpresas. Los de Tabak lo intentaron a base de lanzamientos triples, pero un error de Heurtel en el tiro, seguido por una canasta fácil de Lampropoulos, borraron por completo cualquier posibilidad.

Se acabó el descanso activo. Ojalá que en los play offs el Baskonia ofrezca otra cara en defensa. La necesitará.