Como cada jueves de Aste Nagusia desde 1991, las txupineras vivieron ayer su día. Primero, se reunieron a las 10.00 en la plaza del Arriaga para acudir hasta el nº 10 de la calle Ronda, donde residía la txupinera de honor, Amalia Jauregizar, para disparar desde el balcón de su casa un cohete en su recuerdo.

La popular Ameli, que falleció a los 82 años en 2008, fue una indómita comparsera de Tintigorri volcada hasta el final con sus compañeras y Aste Nagusia. Ahora, los tomateros han emprendido una campaña de recogida de fondos con los que costear, por suscripción popular, una placa conmemorativa que perpetúe la memoria de Jauregizar, txupinera desde 1998, en esa calle del Casco Viejo.

Tras la pertinente visita al mercado de La Ribera, se produjo la reunión en El Arenal de aquellas mujeres que han representado a uno de los iconos festivos, acompañadas por Iraia Iturregi, que abogó por un encuentro anual también de pregoneras y pregoneros.

Catorce txupineras arroparon a la actual, Jone Artola, quien reconoció que había sido un momento especial para ella. «Es una sensación que nunca había tenido hasta ahora, ha sido un momento muy especial, porque encontrarte con las txupineras de otros años, con diferentes situaciones, edades y momentos, ha sido super-enriquecedor para mí», confesó la comparsera de Txori Barrote.

A pesar de la campaña mediática y política promovida por sectores de la derecha española en su contra, comentó que se encuentra bien e ilusionada por el apoyo popular, aunque apostilló que «esquiva» una polémica que considera «artificial» y «ajena a la realidad que palpo cada día en la calle».

Pocos minutos antes había sido testigo de las muestras de cariño y emocionada, manifestó que el apoyo recibido, «se siente, de verdad, con mucha ilusión, porque esto solo te pasa una vez en la vida. Dejas de ser tú y te conviertes en la txupinera de 2013».

Polémica también fue la elección de Arantza Garbayo en 1999. Su comparsa, la Peña Pa...ya, la designó por ser, además de integrante del colectivo festivo de Otxarkoaga, presa política. Durante trece años, desde el mismo txupinazo en el balcón de la sede de Euskaltzaindia, en la plaza Nueva, estuvo muy presente. Primero en aquellas fiestas en la que su silueta de cartón acudió a decenas de actos; luego, como cada año, en el Jueves de Txupineras. Ayer, se produjo el reencuentro con sus compañeras, que fue, como era previsible, cálido.

Presencia desde 1999

Confesó «estar a gusto» y sentir que «he tenido una presencia constante aquel 1999 en fiestas y los sucesivos años en la reunión de txupineras a pesar de estar presa». Departió con sus compañeras y luego se fundió en un sentido abrazo con Jone Artola antes de disparar varias tandas de cohete. Al terminar, Garbayo comentó que esos disparos habían tenido gran significado para ella, ya que «lo que no pude hacer en su momento lo he hecho hoy. Los he lanzado en mi nombre y en el del Colectivo de Presos Políticos Vascos».

En El Arenal estuvieron catorce txupineras además de Jone Artola. Acudió la de 1979, María Jesús Agirregoitia, de Uribarri; Montse Valerio, de 1981 (Kaixo); Magdalena Landa, componente de la desaparecida Ardua Barrura, de 1987; y Nerea Ahedo, que lo fue en 1993, por la disuelta Adiskideak; Josune Bañales, de 1994 (Gogorregi); Sonia Charcan, de 1997, de Aixe Berri; Aitziber Zalbide, de 2000, de la extinta Lehoiak; Aitziber Adell, de 2005 (Tintigorri); Larraitz Cisneros, de 2007 (Altxaporrue); Aratz Irazabal, de 2010 (Txinbotarrak); y Nerea Orizaola, de 2012 (Zaratas).

Alazne Olabarrieta, de Mamiki, también participó. Fue la primera en utilizar percha y makila, atributos del cargo, aunque es recordada por ser la txupinera de 1983, en la que se produjeron las devastadoras inundaciones en el Botxo. «El inicio fue estupendo, como siempre, aunque lancé el txupin desde el edificio de Caja Laboral, en El Arenal. Lo peor -rememoró- es que las fiestas no pudieron acabar y se produjo aquel desastre».