El expresidente sudafricano Nelson Mandela abandonó dejó el hospital de Pretoria en el que estaba ingresado desde el 8 de junio a causa de una infección pulmonar y fue trasladado a su casa de Johannesburgo, donde recibirá también cuidados intensivos, ya que su estado continúa siendo «crítico y a veces inestable», según indicó la Presidencia sudafricana en un comunicado.

«Su domicilio de Houghton ha sido remodelado para que pueda seguir recibiendo cuidados intensivos. El cuidado personal que recibirá en su casa será exactamente el mismo que el del hospital», indicó el Gobierno, que no descarta sin embargo que el líder de la lucha contra el régimen racista del apartheid tenga que volver a ser ingresado. «Si su estado de salud requiere una nueva hospitalización, así será», agregó la nota.

La salida de Madiba -nombre de su clan en el idioma xhosa y como se conoce cariñosamente en Sudáfrica a Mandela- ha trasladado el foco de atención mediática del MediClinic Heart Hospital de Pretoria a su residencia en Houghton.

El primer miembro de la familia en pronunciarse públicamente sobre la salida del hospital de Madiba fue su nieto mayor, Mandla Mandela: «Es un día para celebrar que finalmente haya vuelto a casa».

Sin embargo, la salida del hospital de un Mandela que seguiría al borde de la muerte disparó en Sudáfrica los rumores sobre la inminencia de su fallecimiento.

La oficina del expresidente estadounidense George W. Bush dio ayer por muerto por error a Nelson Mandela y envió un comunicado de prensa con sus condolencias, de acuerdo con el diario «Politico».