Un joven de Elizondo se encuentra en peligro de ser encarcelado, ya que la fiscal pide ocho años de prisión por unos incidentes sucedidos durante la procesión de los sanfermines de 2011.

Junto a él, fueron juzgadas dos jóvenes de Antsoain, a quienes se acusa de desobedecer a los agentes de la Policía Municipal cuando estos entraron al bar Iruñazarra de la calle Mercaderes. Como es habitual en la procesión de cada 7 de julio, la Policía local formó un cordón alrededor de los mandatarios. Al llegar a la altura del Iruñazarra se produjeron varios forcejeos que acabaron con los agentes irrumpiendo en el bar de Alde Zaharra.

Los policías, bajo la afirmación da haber sido agredidos por un joven que se había ocultado en aquel bar, entraron «agrediendo a clientes y trabajadores», según declararon varios testigos a la página web Ateak Ireki. El joven de Elizondo negó las acusaciones, añadiendo que, de hecho, no se encontraba en Iruñea, sino en Lesaka, donde también celebran los sanfermines, «repartiendo bebida en varios bares del pueblo».

Concentración

El pasado martes se realizó una concentración en Antsoain, en protesta por este nuevo juicio. Sortu de Antsoain afirmó que «lo que debiera entenderse como un ejercicio de libertad de expresión se convierte en una intervención policial en busca de cabezas de turco». Por ello, pidieron la absolución de las dos vecinas de esta localidad aludiendo a un «montaje policial e intento de criminalización» de cualquier protesta popular.

Del mismo modo, demandó una investigación «imparcial» que determine si la actuación policial se produjo conforme a la legalidad o no. Los policías afirmaron entrar al establecimiento persiguiendo a un joven que había golpeado reiteradamente a varios agentes, y que se ocultó en el bar, donde también denunciaron haber sido golpeados.