GARA > Idatzia > Kultura

La censura se hace cada vez más vieja

Mikel INSAUSTI Crítico cinematográfico

Uno de los límites que establece la censura cinematográfica en las sociedades desarrolladas es el de la protección al menor. También en Corea, aunque parezca que allí la violencia visual es mucho más explícita. O al menos de ello se ha quejado Kim Ki-Duk, que en la presentación durante la Mostra de Venecia de su nueva realización «Moebius» dijo haber sido víctima de la tijera administrativa. A la película le faltarán tres minutos en su estreno comercial coreano con respecto al montaje completo visto en el festival.

La razón del corte parece estar en el tema tabú del incesto, sin que la prensa internacional destacada en Venecia haya apreciado que «Moebius» sea una obra incestuosa. Pero en cuestiones de moral nadie se pone de acuerdo, y mucho menos los censores o demandantes particulares, que para el caso son lo mismo. Son los adultos los que deciden en último caso lo que pueden ver los menores, con sus leyes o con sus denuncias en los juzgados.

Al hilo de la tan variable aplicación legal en materia ética, nunca llegaré a entender la calificación por edades en los Estados Unidos. Cualquier contenido sexual es restringido únicamente a los mayores, pero no sucede lo mismo con la violencia. Jim Carrey se negó a promocionar «Kick-Ass 2» por la permisibilidad con que se muestra en la pantalla a adolescentes cometiendo actos violentos, a pesar de sucesos trágicos como la reciente matanza estudiantil de Connecticut. Existe ahí un vacío jurídico que Harmony Korine es quien mejor sabe aprovechar. sus películas sobre criminalidad precoz.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo