Maite Soroa
A ZP le responden desde la prensa
A cada nueva declaración política, bien sea de ZP o de Otegi, responden desde las troneras de la prensa. Y en algunos casos con manifiesto desánimo, además.Eduardo San Martín, en “Abc”, constataba que «en estos meses, ha habido mucho ruido y muchas nueces; las nueces que pueden estar empezando a caer después de que ETA haya sacudido el árbol durante cuarenta años. Lo siento, señor presidente, pero en ocasiones como ésta una sociedad civil digna, como los jueces y la policía, nunca se puede declarar en tregua». ¡Qué miedo dan! Cesar Alonso de los Ríos, en “El Diario Montañés”, advertía que «antes de que terminara Zapatero sus palabras, el diario de ETA llevaba a sus titulares la buena noticia del reconocimiento de la voluntad de los vascos como el hecho decisorio respecto a la organización de su futuro. Y enseguida comenzaba la rueda de declaraciones de dirigentes nacionalistas, del PNV o etarras. Para Otegui y Barrena las palabras del presidente Zapatero tenían un enorme calado político en la medida que venían a reconocer el principio básico de la autodeterminación que ha sido siempre su caballo de batalla, el primero de todos. Para Otegui las palabras con las que Zapatero ha abierto las negociaciones suponen el reconocimiento de la lucha democrática de ‘la izquierda abertzale’. Así, antes de que hayan comenzado oficialmente aquéllas se ha dado ya el primer gran triunfo de ETA». Y Justino Sinova, en “El Mundo”, sentenciaba:«sabiendo
que miembros del PSOE contactaron con ETA hace más de dos años sin informar al
Gobierno de entonces, ¿cómo confiar en que Zapatero cumpla las demás condiciones
de su negociación? ¿Cómo creerle cuando dice que no pagará precio político para
alcanzar la paz? De entrada, ya ha establecido la premisa de respetar las
decisiones políticas de los vascos, lo que satisface a la banda etarra, que
siempre ha exigido que Euskadi zanje por su cuenta lo que afecte al proyecto
nacionalista que ha trazado. Por esa vía, Zapatero contribuye a parcelar la
soberanía nacional, como ha hecho, por cierto, el Estatuto catalán aunque
la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto, según la
Constitución y pone la primera piedra para la autodeterminación de Euskadi.
Sin decirlo así, sonriendo y apelando a la palabra democracia, pero dando a los
terroristas la posibilidad de alcanzar lo que han exigido». ¿Y el pueblo? ¿No
cuenta la voluntad del pueblo? Del vasco, claro. - msoroa@gara.net
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