LONDRES
El Gobierno británico ha congelado las ayudas estatales a los familiares de «sospechosos de terrorismo» que recibían subvenciones oficiales y créditos tributarios, informó ayer el secretario económico del Tesoro británico, Ed Ball. El Ejecutivo de Tony Blair había retirado las ayudas estatales a «sospechosos de terrorismo» residentes en territorio británico, amparándose en la resolución de 2002 de la ONU que establece el bloqueo de activos de grupos o particulares que supuestamente colaboran con «grupos terroristas».
El Gobierno de Londres ha decidido ahora extender este castigo a las familias. En una respuesta parlamentaria por escrito, Ball justificó esta medida por el «temor de que las subvenciones estatales que se otorgan a las personas que comparten techo con sospechosos de terrorismo sean, directa o indirectamente, para beneficio del sospechoso (...) Por tanto, (esas ayudas) deberían estar sujetas a restricciones y condiciones adecuadas», añadió.
Como primera consecuencia, el Gobierno ha suspendido las subvenciones a cinco familias, de las que dos han dejado de recibir créditos tributarios.
El Tesoro británico anunció que concederá, eso sí, ayudas básicas a las familias afectadas con el fin de que puedan pagar la manutención y las facturas del agua y la luz.
En vísperas del primer aniversario de los atentados del 7-J, Londres anunció que tiene en marcha 70 investigaciones por «terrorismo», que 60 presos esperan juicio y que ha abortado tres intentos de atentado.
Juicio en París a seis presos de
Guantánamo
Los «seis franceses de Guantánamo», repatriados por EEUU tras permanecer tres años prisioneros en el centro de detención, son juzgados desde ayer por «terrorismo» en el Tribunal Correccional de París. Reconocen que viajaron a Afganistán pero niegan que fueran instruidos para atentar en Europa. -