Cinco vizcainos resultaron ayer muertos por inhalación
de humo tras una violenta explosión de gas propano registrada en la urbanización
Jai Alai de Laredo. Otros cuatro todos ellos miembros de una misma
familia permanecen gravemente heridos por las quemaduras que les produjeron
las llamaradas de la explosión. El accidente causó una enorme conmoción en la
localidad cántabra y en buena parte de Euskal Herria, puesto que una mayoría de
las decenas de miles de turistas que llenan Laredo durante el verano son vascos.
Lo ocurrido es irreparable y las investigaciones que ya se encuentran en marcha
determinarán el origen de los hechos, si se cumplían todas las normas exigibles
y si las labores de extinción y salvamento se realizaron correctamente. Pero, en
cualquier caso, el golpe emocional que producen este tipo de tragedias debiera
servir al menos para extraer lecciones de lo acontecido y tratar de evitar su
repetición.
Al margen del caso concreto de la urbanización Jai-Alai
de Laredo, lo cierto es que la prevención y la seguridad es una de las materias
en las que no debieran escatimarse ni gasto ni trabajo a la hora de construir
tanto viviendas destinadas al uso habitual como apartamentos de veraneo. Los
mecanismos de aireación han de ser acordes al combustible que se emplee en el
edificio y deberían buscarse «soluciones inteligentes» capaces de detectar fugas
y de avisar de su existencia o incluso proceder al ventilado automático de la
estancia.
También es preciso reforzar aspectos relacionados con la
educación y la información. Gran parte de la ciudadanía tiene interiorizados
comportamientos en casos de siniestros que pueden ser contraproducentes, desde
quitar el casco a un motorista accidentado a arrojar agua sobre una persona a la
que le arde la ropa. Una correcta y reiterada información sobre cómo actuar en
caso de emergencias, e incluso la práctica de simulacros, contribuiría a salvar
muchas vidas. Sin embargo, es un terreno muy poco trabajado.
Además, se hace necesario revisar si los servicios que
se ofrecen en las localidades turísticas y las infraestructuras con las que
cuentan se corresponden verdaderamente a su población en temporada alta. Ayer,
el camión de bomberos de Laredo llegó con celeridad al lugar del incendio, pero
¿qué ciudad de cerca de 200.000 habitantes tiene un único camión de bomberos,
hasta hace un mes no tenía ni escalera mecánica y hasta este año no contaba con
retenes de guardia las 24 horas del día? -