Jesse Davis: «Siempre hay algo más que puedes enseñar sobre jazz a los jóvenes»
·El músico de Nueva Orleans es el invitado especial del Seminario de Jazz de Zarautz, que termina mañana
El Seminario de Jazz de Zarautz tiene este año un marcado sabor a la música de Nueva Orleans, no en vano el invitado especial de esta edición es Jesse Davis. El saxofonista reconocía estar disfrutando de sus clases e incluso aseguraba que varios de sus alumnos podrían dedicarse actualmente a la música de manera profesional. A su lado, las caras de los organizadores reflejaban el cansancio acumulado estos días, a la vez que mostraban su satisfacción.
ZARAUTZ
«Me estoy divirtiendo», decía ayer un Jesse Davis relajado, mientras sus pies seguían el ritmo de los compases que se escuchaban. Eran las diez de la mañana, la hora en que comienzan las clases y ya se oían los primeros acordes del día en el interior de Villa Munda. Fuera, en una pequeña terraza, Davis, Iñaki Salvador y la alcaldesa Maite Etxaniz charlaban distendidamente con la prensa.Salvador, director pedagógico del seminario, no ocultaba su alegría por contar con la presencia de Jesse Davis (Nueva Orleans, 1965). «Es un invitado especial, especialísimo», decía, sobre un músico con el que ha tenido la oportunidad de compartir escenario en dos ocasiones, una en Getxo y la otra en Donostia. «Lo pasamos muy bien y era una asignatura pendiente traerlo aquí», comentó. A su lado, Davis sonreía e incidía sobre la importancia hoy, más que nunca, de promocionar el arte en el mundo y de que los jóvenes tengan oportunidad de aprender y tener experiencias como el de Zarautz. Comenzó su formación con Ellis Marsalis y es continuador de la tradición iniciada por la familia y otros músicos de su ciudad natal. Ha trabajado con músicos como Jay McShann, Chico Hamilton, Kenny Barron y Benny Golson, entre otros. Influenciado a partes iguales por Charlie Parker, Sonny Stitt y Cannoball Adderley, Davis «exhibe una técnica impecable, un sonido amplio y una natural afinidad por el blues en todas sus interpretaciones», destacan los críticos. Su música ha sido descrita como la neo-bob, pero él mismo afirma que lo único que le interesa es «tocar música bonita». En 1993, 1994 y 1995 realizó varias giras por Europa como líder de su propio cuarteto. A partir de entonces, colabora de forma regular con Nicholas Payton y fruto de esa relación vio la luz en 1996, bajo el sello Verve Records, el álbum “Gumbo Noveau”. También ha publicado “Horn of Passion” (1991), “Young at art” (1993) y “Higs Standards” (1994), entre otros. El saxofonista no dudó en asegurar que varios de los
alumnos que asisten al curso que imparte estos días podrían ser ya
profesionales. En clase siempre tienes grupos de estudiantes curiosos,
interesados, e intentas centrarte en ellos. Cuando otros alumnos lo ven quieren
participar también y se juntan con ellos. En este seminario ocurre cada día y
siempre hay algo más que puedes enseñar sobre jazz a los jóvenes».
Intensidad
Las caras de los organizadores del seminario reflejaban ayer el cansancio acumulado durante estos días. «Es una semana muy intensa y tenemos mucho sueño», reconocía Iñaki Salvador. Tanto los profesores como los alumnos que participan en los cursos viven con intensidad las clases, que les ocupan prácticamente todo el día, y tras ello no dudan en disfrutar o protagonizar los conciertos que tienen lugar por la noche. Entonces cambian las dependencias de la Escuela de Música por la carpa habilitada en La Munoa, junto al mar. «Las clases comienzan a las 10.00 y a las 2.00 de la madrugada termina la última jam session contó el pianista donostiarra. En algunos casos, hay profesores que debían terminar sus clases a las 18.00 y a las 20.00 ves que continúan. La entrega del profesorado es total», destaca. Este año cuentan con la experiencia musical y pedagógica de Ben Beiskov, Jordi Gaspar, Steve Zegree, Bob Sands, Jorge Rossy, Tom Warburton y Sorkunde Idigoras, entre otros. «El seminario es conocido fuera de nuestras fronteras. Los propios artistas que invitamos hacen de altavoz y es un orgullo que llamemos a los músicos para que vengan y ya lo conozcan», explicó Salvador. Es el séptimo año que se organiza el seminario, y edición tras edición, los responsables intentan ampliar la oferta. Salvador destacó dos de los últimos talleres que se han puesto en marcha, el de acordeón y el de cuerda. «Son atípicos en un seminario dedicado al jazz, pero en la actualidad tienen un desarrollo importante y, además, el acordeón es muy nuestro». Otra de las asignaturas que se ha implantado es la Historia del Jazz y cuenta con una gran demanda, junto a la Rítmica del Jazz. ¿Y por qué no un taller de danza? «Es una de las ideas que pueden salir, ya veremos», dijo. Conciertos de alumnos y profesores
Con el objetivo de que el seminario se refleje en Zarautz, la carpa de Munoa acoge un concierto cada noche. Ayer el público pudo disfrutar del concierto de Jesse Davis, y hoy y mañana las actuaciones estarán protagonizadas por los propios alumnos, así como por los profesores. Esta noche hay ocasión de escuchar a los alumnos a las 20.00 y a las 22.30. Mañana a las 20.00 actuará una big band formada por alumnos, antes de que lo hagan los profesores, a las 22.30. Ambos días, a las 00.30, habrá jam sessions. -
|
