MOGADISCIO
El frágil Gobierno de transición de Somalia afronta una crisis de graves consecuencias tras la dimisión ayer de once ministros y siete secretarios de Estado en protesta por la política del primer ministro, Ali Mohamed Gedi. Dos de los ministros dimisionarios criticaron el apoyo militar de Etiopía al Gobierno provisional.Abdirahman Aden Ibrahim, encargado de las relaciones entre el Parlamento y el Ejecutivo, denunció la manera de dirigir el Gobierno de Gedi, y relató que la presentación de una moción en el Parlamento que denunciaba la presencia de tropas etíopes en Baidoa, sede del Gobierno provisional, y en contra de la corrupción del Gobierno, desató la crisis.
El dimisionario ministro de Trabajo, Osman Hassan Ali Ato, afirmó que «el primer ministro está impaciente por ver Mogadiscio atacada por las fuerzas de Etiopía que sostienen al Gobierno. Yo no puedo seguir siendo miembro de este Gabinete», añadió.
Ato indicó que el Ejecutivo de Gedi «no está interesado en la paz y la reconciliación». En su opinión, hay «numerosas maneras de solucionar el problema somalí pacíficamente», y se mostró contrario a «toda intervención militar para arreglar la crisis del país», en guerra civil desde 1991.
El portavoz gubernamental, Abdirahman Dinari, dijo que el Ejecutivo «no se encuentra en condiciones de comentar las dimisiones por el momento».
Addis Abeba apoya al Gobierno somalí de transición pero niega que sus tropas se encuentren en Baidoa, como aseguran numeroso testigos.
El Gobierno, creado en 2004 con apoyo de Naciones Unidas, trata de establecer su «autoridad» sin demasiado éxito. El pasado 22 de junio, firmó en Jartum un acuerdo para poner fin a las hostilidades con la Unión de Tribunales Islámicos, que controlan la capital, Mogadiscio, y el sur del país.