GASTEIZ
La coordinadora Harresiak Apurtuz y los familiares y compañeros de Prisca Oyé Ondo Nfono, la mujer de 32 años hallada sin vida el domingo en un hotel de Bilbo situado frente a la plaza de toros, en la calle General Concha realizaron ayer una movilización para denunciar esta muerte y criticar la «escasa información» que se le ha facilitado a la familia. Aunque la Ertzaintza, encargada de la investigación, aseguró que la mujer «no presentaba síntomas de violencia», la coordinadora consideró que «han asesinado a una compañera guineana». Los familiares allegados también reforzaron la tesis de Harresiak Apurtu al señalar que «en el cuerpo de la víctima aparecen signos de violencia, y tiene varios chichones y bultos en la cara».
La familia relató que la mujer trabajaba desde el 22 de julio en el Hotel Pelicano, local en el que fue encontrado su cuerpo, y denunció que «ni los responsables del hotel ni la Policía nos dijo nada hasta el lunes a la noche; nos tuvimos que enterar por un tercero de lo que había sucedido».
El hermano de la mujer fallecida se mostró visiblemente enojado porque la notificación oficial no llegó hasta el anochecer del lunes, y lamentó que «nadie acudió a nuestra residencia para relatarnos que la habían matado. Nada».Criticó también que «el levantamiento del cadáver lo realizaron sin que estuviésemos nosotros presentes», y lamentó que el único momento en el que la familia pudo ver a la fallecida fuera durante el velatorio que se realizó el miércoles.
A este respecto, resaltó que «toda la gente que acudió al tanatorio vio claramente que tenía signos de haber sido agredida. No entendemos cómo pudo pasar algo así, y sólo queremos que se aclaré todo y poder saber lo que sucedió aquel día», aseguró.
Criticó que, además de no informar a los familiares más cercanos, tampoco precintaron el hotel: «Es lamentable, ni siquiera precintaron el local. Ahora mismo sigue abierto, como si no hubiera sucedido nada», reprochó.
«Nos han ocultado su muerte»
El hermano aseguró que el primer contacto oficial se realizó el jueves: «Me llamó la Policía para darme la información y decirme cómo encontraron a mi hermana muerta en el Pelicano». Criticó que la llamada llegó después de iniciar las movilizaciones para denunciar lo sucedido, y añadió que «las manifestaciones las iniciamos tras enterarnos por otras fuentes de lo que ocurrió. Queríamos denunciar públicamente que la han matado y que nos los han ocultado, porque no entendemos cómo una persona puede aparecer muerta y que tengamos que enterarnos por otros empleados del hotel». Detalló que los familiares solicitarán las fotografías y demás pruebas tomadas del hotel:«Queremos ver cómo la encontraron, cómo estaba antes de la autopsia, y, sobre todo, queremos saber el porqué de su muerte». Recordaron que la última vez que la vieron, el domingo al mediodía, «nos contó que había tenido problemas con otra empleada del hotel, y cosió una prenda africana para ir a reconciliarse con ella. Salió de casa a las 14.30, y murió aquella misma noche».
Por su parte, desde Harresiak Apurtu aseguraron que «levantar el cadáver sin la presencia de ningún familiar es violar los derechos de la persona», y criticaron que «se ha querido ocultar lo que ha sucedido». Destacaron que fue un empleado del hotel quien alertó a la familia y que «lo han despedido. ¿Qué derecho vamos a tener nosotros si tenemos que callarnos para poder conservar el trabajo?», preguntaron. Subrayaron que «los que llevamos mucho tiempo viviendo aquí sabemos cómo funcionan las cosas».
Prisión al acusado en Gasteiz
Por otra parte, el yerno de la mujer de 75 años encontrada muerta en su domicilio de Gasteiz ingresó ayer en la prisión de Langraiz tras declarar ante el juez. El detenido, un conocido hostelero de la capital alavesa, pasó a las 10.00 de ayer a disposición judicial y, a última hora de la tarde, el juez decretó su ingreso en prisión. La detención del presunto autor se produjo el martes, después de que la autopsia confirmara de que se trataba de un homicidio y dos días después de que se localizara el cuerpo de su suegra en su vivienda de Gasteiz. Los vecinos del acusado, por su parte, colocaron en el portal donde reside un cartel para expresar su incredulidad ante las acusaciones, y mostrar su solidaridad con el detenido. La mayoría de los quince vecinos del inmueble, ubicado en la calle GeneralAlava de Gasteiz, firmaron el escrito en el que aseguran «no creer» en las acusaciones.
La violencia sexista «no es sólo un hecho del
ámbito privado»
Harresiak Apurtuz lamentó que, «una vez más, se pone de manifiesto la barbaridad que supone la violencia contra las mujeres», en referencia al caso de la mujer hallada muerta en Bilbo. Recordó que la violencia sexista «nos afecta a todas y a todos, sin que debamos considerarlo un hecho que ocurre sólo en el ámbito privado», por lo que solicitó la implicación de toda la sociedad para erradicarla. Opinó que, a causa de la Ley española de Extranjería, las mujeres inmigrantes son «más vulnerables» ante estas agresiones: «Niega sus derechos más básicos y las condena a la exclusión». -