BILBO
Diego Vasallo y Roger Wolfe se conocieron hace dos años en Donostia. Les presentó el poeta Carmelo Iribarren. Con el tiempo descubrieron que «tenemos mucho en común, compartimos gustos en música, poesía y cine», comentó ayer Wolfe en la presentación de ‘‘La máquina del mundo’’ en Bilbo.El CD contiene once temas. Las melodías han sido compuestas por Vasallo a partir de los textos de Roger Wolfe. «Los poemas de Roger constituyen los cimientos de todo el trabajo», explicó el ex componente de Duncan Dhu.
Según dijo, Wolfe le envió algunos poemas recientes y otros publicados hace ya años, como ‘‘Llueve’’. «Poemas en verso y poemas en prosa de distintas épocas», apuntó el escritor.
Preguntado acerca de la temática, éste respondió que «los textos reflejan los ingredientes habituales de mi obra: el mundo cotidiano, el mundo de la noche, de la soledad, del tiempo, la profundidad, la muerte... cuestiones sobre las que yo siempre he escrito. Me considero un escritor bastante realista señaló, vinculado con la realidad cotidiana».
Influencias del folk
Vasallo realizó una selección del material que le envió su amigo y de ahí surgió el repertorio de este disco. Reconoció ayer que no le resultó fácil musicar la obra de su compañero en este proyecto, ya que «estos textos no estaban pensados para un disco».
El CD simultanea una canción cantada por Diego Vasallo y otra recitada por Roger Wolfe. Además, han colaborado con ‘‘La máquina del mundo’’ Joserra Senperena y SusoSaiz. Vasallo ha apostado por la austeridad. «Hemos utilizado pocos elementos, pocos arreglos e instrumentos: básicamente guitarra, piano, violín y chelo». El artista asume influencias del folk de distinta procedencia, ecos de músicas del este de Europa y de Latinoamérica, y algo de pop.
De momento no tiene intención de volver a los escenarios lleva cuatro años apartado de ellos, aunque no descarta presentar su disco en directo si éste funciona bien.
Al mismo tiempo, ha salido a la venta su primer recopilatorio, con el título ‘‘Las huellas borradas’’. Recoge 13 canciones, la mayoría de sus últimos álbumes. Entre ellas, figura ‘‘Juegos de amor’’, un tema que ha rescatado del disco ‘‘Realidad virtual de rock’n’roll’’ y con el que ha realizado «un experimento para comprobar hasta dónde se puede distorsionar». Ha añadido nuevas estrofas y le ha dado «otro aire».