IRUÑEA
«En la época de partos del mes de mayo los buitres me comieron tres ovejas y cuatro corderos». Este fue el testimonio de José Gabriel de Andrés, alcalde de Jaurrieta, en la concentración realizada en el muladar de esta localidad por un centenar de ganaderos de Aezkoa, Zaraitzu y Erronkari para expresar su malestar por la falta de soluciones ante los continuos ataques de estas aves carroñeras. La concentración se realizó de forma simbólica en el muladar de Jaurrieta, ya que en él se invirtieron 50.000 euros pero quedó sin uso a raíz de la enfermedad de las «vacas locas», ya que se prohibió depositar en estos lugares los cadáveres de animales muertos.
Otro ganadero de Uztarroz recordó que el pasado mes de mayo anunció que a él no le iban a comer los buitres «ni un animal», que los iba a tener en el establo y que iba a pasar al Gobierno de Nafarroa la factura de lo que le había costado el forraje y el pienso.
La cuenta de estos gastos ha ascendido a 8.000 euros y la ha pasado al Gobierno de Nafarroa para que al menos tenga constancia de ello, porque este ganadero roncalés no tiene «ninguna esperanza de cobrar».
Otro ganadero de Jaurrieta añadió que él gastó el pasado año 12.000 euros en alimento para el ganado, porque no lo puede tener suelto en el campo por temor a los buitres.
Todos los afectados están convencidos de que los ataques se producen porque «los buitres tienen hambre, ya que hay muchos ejemplares y no tienen suficiente alimento».
Los ganaderos contaron con el apoyo de los presidentes de las juntas de Zaraitzu y Aezkoa, María Luis Tanco y Félix Jamar, respectivamente. Este último, también ganadero de vacuno pirenaico, ha tenido la suerte de no sufrir ataques de buitres, pero otros ganaderos de la zona de Aezkoa sí le han narrado que han visto ataques de aves carroñeras en partos de ovejas, vacas o yeguas.
Si el resultado de los análisis que realizan en la Universidad de Zaragoza confirma que las muertes de ganado se deben a los ataques de buitres, las pérdidas las paga el Gobierno de Nafarroa, pero en la gran mayoría de los casos, los veterinarios certifican que ha sido por enfermedad.
«Los ganaderos ya no hacen ni denunciar los casos, porque están hartos de que no les hagan ni caso. Cuando hacen los análisis, los veterinarios suelen decir que los animales muertos tenían alguna enfermedad, pero nosotros sabemos que no han muerto por eso, sino porque han sido atacados por los buitres», añadió Félix Jamar.
También los jabalíes
El presidente de la Junta General del Valle de Aezkoa mostró el total apoyo de esta institución a las reivindicaciones de los ganaderos, que piden que se descatalogue el buitre leonado como especie protegida y que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Nafarroa «actúe en consecuencia».«Los ganaderos están en una situación límite y pedimos que no se les carguen más problemas añadidos a los que ya tienen», declaró Jamar. Además, recordó que en estos valles pirenaicos los jabalíes también están causando grandes daños en los cultivos. «Al igual que ocurre con los carroñeros, hay sobrepoblación y no disponen de alimento suficiente, y luego los agricultores tienen que gastar tiempo y dinero poniendo cercas. Aun así, hacen grandes estragos en los cultivos».
A su juicio, el problema está originado por una «protección excesiva» de determinadas especies. «Todos deseamos que la fauna no se extinga, pero cuando se produce una sobrepoblacion añadió, surgen estos problemas. El ganadero bastante tiene con cuidar su explotación para que encima tenga que emplear gran parte de su tiempo en cuidar sus animales de los ataques de algunas especies».
Tras señalar que «bastantes problemas hay para poder vivir de la ganadería y de la agricultura», Jamar advirtió de que estos ataques pueden provocar el cierre de explotaciones y que no haya relevo generacional.
I.V.
IRUÑEA «Los ganaderos ya hemos tenido muchas reuniones con el Gobierno. Nos dijeron que no iban a quitar los buitres pero que pensarían en algún tipo de solución al problema. Sin embargo, ha pasado el tiempo y no han hecho nada», constataba el alcalde de Jaurrieta, José Gabriel de Andrés.
Esta actitud del Gobierno navarro ha impulsado a algunos ganaderos a proponer medidas más drásticas para hacer frente a los ataques de los buitres. «Desde hace varios años, hemos comprobado cómo los buitres han cambiado su comportamiento y han pasado de ser aves carroñeras a depredadoras. El problema no se soluciona, sino que se está agravando, y nuestra paciencia se ha acabado», advierten.
«No queremos que sean los ganaderos los que se tomen la justicia por su mano, pero ante una situación límite, los ganaderos tienen que defender sus intereses. Por eso, pedimos a los departamentos correspondientes del Gobierno que tomen las medidas necesarias para que se solucione el problema lo antes posible», manifestó el presidente de la Junta del Valle de Aezkoa.
