BILBO

El tribunal considera a Tarik B. autor de un delito de homicidio y le impone cinco años de cárcel, al estimar que deben aplicarse las atenuantes de toxicomanía y de entrega y confesión ante la Ertzaintza. Los hechos declarados probados se remontan a la madrugada del pasado uno de

enero, cuando un grupo de personas, entre las que se encontraban la víctima, Zakariae M. y su agresor, vendió a un desconocido una papelina falsa de cocaína por la que le cobraron 30 euros.

Tras la venta, el grupo se dirigió a la cafetería de la estación de Feve de la capital vizcaina con la intención de cambiar los billetes recibidos para distribuirse la ganancia, momento en el que Zakariae se opuso a que Tarik se llevara parte alguna. Según siempre la sentencia, ambos salieron a la calle, donde se inició una discusión en el transcurso de la cual Tarik le asestó un navajazo a Zakariae con un arma de al menos diez centímetros, que no ha podido ser encontrada, causándole la muerte casi inmediata, ya que le afectó al corazón.

El tribunal afirma que Tarik empleó el arma «sin la intención directa de causarle la muerte», pero «siendo consciente del grave riesgo que podía correr su vida dada el arma utilizada y la zona del cuerpo atacada». También explica que el condenado había consumido alcohol y otras drogas tal y como probaron las pruebas médicas, y que «presentaba un trastorno por consumo abusivo de sustancia tóxicas que disminuía de manera leve su capacidad para pensar, querer y decidir».

Se indica que Tarik se entregó el mismo día del suceso en la comisaría de la Ertzaintza de Zabalburu y «confesó lo sucedido, reconociendo que había asestado una puñalada» a Zakariae. El tribunal recuerda que el acusado, que tendrá que indemnizar con 80.000 euros a la familia de la víctima, mantuvo la misma versión durante el juicio y que un testigo la corroboró.