Natxo MATXIN
IRUÑEA
Hasta siete cambios sufrirá el once rojillo con respecto al cuadro que tan buenos resultados ha venido dando en las últimas semanas. Ziganda ha optado por dar descanso a ese efectivo y provechoso bloque, con hombres bastante veteranos como Krutxaga, Puñal o Milosevic, cuyas piernas vienen acumulando bastantes minutos, para dar paso a jugadores ahora suplentes y aprovechar su presunta «hambre» futbolística.
Con la esperanza de que las ganas de los menos habituales supla su menor ritmo de competición y que ello no se note en el magnífico rendimiento de las últimas jornadas, el técnico de Larraintzar realizará una auténtica revolución, más acorde a la filosofía de comienzo de temporada.
El equipo que saltará al césped de El Madrigal apenas se parecerá al que consiguió la clasificación para los dieciseisavos de la Copa de la UEFA sólo repiten Ricardo, Javier Flaño, Nekounam y David López, ya que el Cuco ha retocado prácticamente todas las líneas de la escuadra navarra.
Unido a las intenciones del entrenador osasunista de que sus pupilos cambien el chip y trasladen al terreno de juego un esquema táctico diferente al de los últimos partidos, más parecido al que se puso en práctica en Vigo y Valencia.
Pero de todos los cambios anunciados a priori, dos destacan por su especial significación. Por un lado, el regreso de Héctor Font al once inicial a la ciudad que le ha visto nacer como persona y futbolista, y de la que tuvo que emigrar esta temporada ante el escaso interés de Pellegrini por los jóvenes de la cantera. Por otro, la irrupción por primera vez como titular en la banda derecha de Juanfran, ante la ausencia por sanción del que puede considerarse como jugador más en forma en la actualidad de la plantilla osasunista, el leonés Valdo.
¿Sexta victoria consecutiva?
El cambio radical de piezas y el hecho de que El Madrigal no haya sido precisamente un tablero propicio para los intereses rojillos provocan, cuando menos, el recelo respecto a si los rojillos serán capaces de sumar su sexta victoria consecutiva.
Un triunfo que, además de histórico en la corta singladura de enfrentamientos entre castellonenses y navarros, Osasuna nunca ha ganado a domicilio, confirmaría que la temporada 2006/2007 es la de la finalización de algunos maleficios, tras haber ganado en Balaídos, estadio donde tampoco se había conseguido un triple hasta la presente campaña, y haber rememorado pasadas hazañas, como la victoria in extremis en La Romareda.Ahora bien, la circunstancia de que el Villarreal no esté rindiendo al nivel que se esperaba de él en la Liga, después de que este año no dispute competición europea, no es garantía de éxito para los de Ziganda. A excepción del enfrentamiento contra el Recreativo de Huelva, en el que los de Pellegrini cedieron los tres puntos, el resto de sus envites caseros se han contabilizado como triunfos cuatro y empates dos.
Como aspecto positivo para los intereses rojillos en este primer choque contra un equipo levantino en apenas cuatro días se encuentra la ausencia de hombres básicos en el esquema amarillo Senna, Tacchinardi, Javi Venta y Cygan y el nivel de confianza en sus posibilidades que están acumulando los navarros tras encadenar un buen número de jornadas exitosas.
"Quiero a gente de refresco y motivada"
N.M.
IRUÑEA
El técnico rojillo, José Angel Ziganda, justificó la ruleta de cambios para El Madrigal. «Quiero a gente de refresco y muy motivada, que quieran demostrar que se encuentran bien y que son capaces también de ganar», especificó el preparador osasunista.
Escaldado por las rotaciones iniciales de la temporada, el Cuco entiende que ahora es el momento de que los no habituales se reivindiquen, a la par que evitar el conformismo de los titulares habituales. «Tengo miedo de que el equipo no esté concentrado tras la victoria en Parma y ese es el motivo por el que hago tantos cambios», reconoció.
En cuanto al partido en sí, Ziganda explicó que les había comentado a sus pupilos que el choque «va a ser muy parecido al de Zaragoza» y argumentó que la variación en lo que al dibujo táctico se refiere se sostiene «por la idea de tener el balón, ya que el Villarreal está muy cómodo si lo posee».