Las autoridades francesas no imputan delito alguno a Pello Álvarez Saleta, arrestado el pasado miércoles en su domicilio de Ziburu, por lo que la Fiscalía del Tribunal de Apelación de Pau decidió dejarle en libertad sin cargos. No obstante, deberá comparecer el próximo martes ante el mismo tribunal para resolver sobre su situación, ya que el juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón dictó el 29 de enero una orden de busca y captura contra él.

Poco después de quedar en libertad, GARA pudo hablar con el joven andoindarra, quien se mostraba tranquilo y, sobre todo, aliviado por poder regresar a casa y estar con los suyos. «Ahora estoy bien», insistió, tras lo cual relató lo ocurrido en la tarde de ayer: «Me han trasladado a Pau sobre las 16.00, y me han llevado ante el adjunto del fiscal. A causa de mi enfermedad y mi estado, ha decidido dejarme en libertad porque no existen cargos contra mí».

De vuelta a Baiona, donde ha permanecido desde que fuera arrestado, los policías que le acompañaron en el viaje le dejaron libre. Eran cerca de las cinco de la tarde. «Parece ser que el martes decidirán si me mantienen en libertad o adoptan otra medida mientras se tramita la euroorden y se fija la fecha del juicio», explicó.

Álvarez fue detenido por la Policía francesa en su casa de Ziburu, donde reside desde hace años. En el momento de la irrupción policial, «bastante violenta» según informararon sus allegados, en la vivienda se encontraban también sus padres y su hermano, que fueron esposados. Tras comprobar quiénes eran, les quitaron las esposas, aunque los agentes procedieron a interrogarles.

El registro del domicilio -donde los policías se incautaron de efectos personales del andoainarra- se prolongó desde las 20.45 hasta las 2.30. Pero Álvarez no fue llevado a dependencias policiales en ese primer momento, sino al hospital de Hendaia. Fue el propio detenido quien les informó de que padece cáncer, mostrándoles su historial médico.

De hecho, sus familiares informaron el jueves de que el próximo 1 de marzo debe ingresar en el hospital de Burdeos para ser intervenido quirúrgicamente de un nuevo tumor que le han detectado recientemente, y alertaron de que si no le operaban en la fecha señalada «puede llegar a morir».