iniciativas en torno a la situación de iñaki de juana
El tripartito evita que el Parlamento exija la liberación de Iñaki de Juana
Ezker Abertzalea había presentado una proposición no de ley en la Cámara de Gasteiz a fin de reclamar la «inmediata puesta en libertad" de Iñaki de Juana, que cumple hoy 96 días en huelga de hambre, pero la iniciativa no salió adelante al presentar el tripartito una enmienda a la totalidad. En su escrito, PNV, EA y EB califican de «desproporcionada" la condena impuesta al prisionero donostiarra por escribir dos artículos de opinión, pero no piden su excarcelación.
Iker BIZKARGUENAGA | GASTEIZ
El día en que Iñaki de Juana cumplía 95 días de su segunda huelga de hambre, en un momento en que toda Euskal Herria y parte del resto del mundo han visto, horrorizados, las fotografías que reflejan la extrema gravedad de su estado, el Parlamento de Gasteiz no fue capaz de aprobar un texto para exigir la puesta en libertad del preso político donostiarra.
No lo hizo porque el tripartito opuso a una proposición no de ley de Ezker Abertzalea, que instaba a la Cámara a que reclamara al Gobierno español la «inmediata» e «incondicional» liberación del prisionero, una enmienda a la totalidad en la que expresa «su preocupación por la desproporción manifiesta en las penas impuestas al preso De Juana y por la tendencia a interpretar como delictivas manifestaciones de opinión, censurables moralmente, pero inconsistentes a la hora de depurar responsabilidades penales», pero que elude solicitar su puesta en libertad.
Una actitud, la de PNV, EA y Ezker Batua, que fue duramente criticada desde el estrado por la parlamentaria abertzale Itziar Basterrika, y también por la compañera de Iñaki de Juana, Irati Aranzabal, que siguió la sesión parlamentaria desde las gradas en compañía de varios representantes de Etxerat y de Askatasuna.
El texto del tripartito, aprobado con los votos de estos tres grupos y de la parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, contiene en su segundo punto una «reprobación» a «los asesinatos cometidos por Iñaki de Juana», y tras señalar que «éste ha sido ya condenado por ellos y ha cumplido la pena correspondiente de acuerdo con la legislación aplicable», rechaza «la construcción de imputaciones que se hacen con el único objetivo de evitar su excarcelación, y que dejan traslucir ante la opinión pública el impulso político de su procesamiento». En esta línea, exige «que le sean [a De Juana] respetados los derechos reconocidos por ley».
En sus intervenciones, los representantes de PNV, EA y EB, Iñigo Urkullu, Unai Ziarreta y Oskar Matute, respectivamente, defendieron el contenido de su enmienda, y éste último valoró que el texto «expresa claramente» el deseo del tripartito, que «no es que continúe en huelga de hambre, ni que siga encarcelado». «Sólo quien no quiera verlo no lo ve», señaló Matute. No explicó, sin embargo, por qué si ésa era la posición de estos tres grupos no incluyeron en su iniciativa la petición de libertad para el represaliado vasco.
De hecho, según ha sabido este diario de fuentes del tripartito, fue EB el que rechazó un texto que no hacía mención a ninguna «reprobación» a De Juana, y que sí aludía expresamente a su puesta en libertad. Estas fuentes detallaron que después de que el martes desde el Gobierno de Lakua remitieran una propuesta de enmienda a la proposición de Ezker Abertzalea, para que fuera estudiada por los tres grupos parlamentarios que sostienen el Ejecutivo, el jueves por la tarde PNV y EA acordaron un texto que, sin embargo, fue rechazado por EB, que exigió que el escrito finalmente aprobado fuera el que se presentara a la Cámara.
«Cruel e insoportable»
Ezker Abertzalea se abstuvo ante la iniciativa del tripartito y votó a favor de su propuesta, al igual que Aralar, que había presentado también una enmienda de adición para, además de reclamar al Gobierno español la liberación de Iñaki de Juana, hacer lo mismo con el Tribunal Supremo. EA se abstuvo ante la proposición del grupo parlamentario independentista, mientras que PNV y EB, junto a PSE y PP, votaron en contra.
En su escrito, Ezker Abertzalea apuntaba que «el preso político Iñaki de Juana se debate entre la vida y la muerte, al no haber sido puesto en libertad tras haber cumplido íntegramente la condena impuesta por el Estado español», y recordaba que más de 150 juristas han valorado que la sentencia que condena al preso donostiarra a 12 años y medio de cárcel por dos artículos de opinión «no es más que la aplicación del Derecho penal de autor» en su contra.
«Este secuestro ha llevado a este preso político a realizar una huelga de hambre y a poner su vida en grave peligro», añade, al tiempo que recuerda que De Juana permanece en el hospital Doce de Octubre «con las manos y los pies atados a la cama durante diez horas al día, para ser alimentado por la fuerza».
Una situación «cruel e insoportable» ante la que pedía al Parlamento que muestre «su preocupación por el grave peligro» que corre la vida del prisionero vasco y que exprese su solidaridad, además de al propio De Juana, a sus familiares y allegados. Ezker Abertzalea solicitaba también que una delegación de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara visitara al preso, y que realizara «los trámites necesarios para que todos sus derechos sean respetados».
Esta petición, al igual que el resto de la proposición no de ley del grupo parlamentario abertzale, no salió adelante, y su portavoz, Itziar Basterrika, se preguntó «a qué tiene miedo este Parlamento para no querer ir a visitar a Iñaki y hacerle llegar su solidaridad».
En su primera intervención, la parlamentaria independentista se refirió a la fotografía de Iñaki de Juana, que se puede ver en todas las calles de este país, y señaló que «muchos ciudadanos de Euskal Herria nos hemos sentido atados a una cama de un hospital de Madrid».
Basterrika explicó también que, ayer, no pedían la libertad del preso vasco por razones jurídicas, porque esas razones ya han sido expuestas por varios juristas, ni por motivos humanitarios, sino «por responsabilidad política». Declaró, además, que «Iñaki no necesita caridad, sino que se haga justicia».
«Golpe de estado»
Los representantes del tripartito denunciaron la actuación de los tribunales, que, entre otros calificativos, tildaron de «bochornosa», pero argumentaron que su enmienda «sitúa el caso en sus justos términos».
A este respecto, Oskar Matute argumentó que no tenía nada que objetar a que el debate sirviera para rechazar la actitud de la Justicia española, pero no «para hacer una exaltación de la figura de Iñaki de Juana».
Unai Ziarreta consideró «inaceptable» que «las propias estructuras del Estado vulneren su propia legalidad», y tras calificar de «escandaloso» el papel desempañeado por el ya ex ministro español de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, al anunciar que ordenaría construir «nuevas imputaciones» contra De Juana, se refirió a la reciente decisión de la Audiencia Nacional de mantener en prisión al represaliado vasco.
A este respecto, el secretario general de EA opinó que lo sucedido en el tribunal especial fue «un golpe de estado» cuyo objetivo era evitar la excarcelación.
Desde el PNV, Iñigo Urkullu habló de los «terribles crímenes» que se le atribuyen al preso político vasco, pero agregó que «la Justicia tiene que priorizar el derecho a la vida, sin tener en cuenta si se trata de una persona u otra». Aintzane Ezenarro, parlamentaria de Aralar, señaló que «en democracia no hay delito de opinión, y eso debería decirlo también este Parlamento».
Por parte del PSE, José Antonio Pastor sostuvo que «Iñaki de Juana no es un preso político, sino un preso por delito de terrorismo, con 25 asesinatos a sus espaldas», y añadió que «en la España democrática y constitucional no hay presos políticos, ni mucho menos secuestrados en las cárceles». Leopoldo Barreda, del PP, afirmó que la vida del preso vasco «no corre peligro» y que ha llegado a este situación «de forma voluntaria».