La izquierda abertzale reiteró ayer que la propuesta presentada esta semana por su Comisión Negociadora «busca hacer viable el proceso de resolución». «Nuestro objetivo es hacer que el proceso de resolución sea viable y para que lo sea hay dos factores que tienen que cumplirse» y que, según explicó el mahaikide Pernado Barrena, son, por un lado, abordar una agenda de claro contenido político, para lo que han presentado esa propuesta, y el otro, «la necesidad de un escenario de no violencia». Barrena compareció ante los medios en Iruñea, acompañado de Ainara Armendariz y Patxi Urrutia.

Para lograr el objetivo marcado apeló «a todos los agentes que tienen mucho que ver con ese escenario para que den los pasos que hasta ahora no han dado», rebatiendo así a quienes insisten en que siguen esperando «nuevos pasos» de la izquierda abertzale. Es más, Barrena puso de manifiesto el «gran eco» que en el escenario político ha tenido la nueva iniciativa de la izquierda abertzale, y especialmente «la naturalidad» con que la ha recibido la ciudadanía de Euskal Herria. Además, explicó que en breve será presentada a todos los partidos y organizaciones sindicales y sociales interesados en profundizar en ella.

Sin tintes electorales

Los representantes de la izquierda abertzale remarcaron que su posicionamiento político «no es coyuntural ni tiene tintes electorales», sino que se trata de «una formulación nueva que recoge los contenidos que históricamente hemos defendido para buscar soluciones en clave táctica a los problemas que definen la existencia del conflicto», y que no son otros que la territorialidad y la autodeterminación..

Pernando Barrena señaló que se trata de un planteamiento lógico, que tiene «un blindaje democrático», al que se pueden sumar ciudadanas y ciudadanos «desde muy diversas adscripciones políticas». Tal como explicó, conformar «una nueva realidad institucional» para Nafarroa Garaia, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, en el marco de una transición democrática en el Estado español, con el respaldo de los ciudadanos es «una oferta para el avance político en clave de resolución del conflicto». E insistió en que en ella se recogen «los contenidos de mínimos para la solución del conflicto, para los términos en los que el conflicto puede llegar a ser historia».